La mesa está vestida

Tres estilos diferentes para presentar las cenas de las próximas fiestas. Desde cómo elegir el mantel hasta tener en cuenta los más mínimos detalles de decoración

Edición Impresa

Por MARÍA LAURA LÓPEZ SILVA / Fotos SEBATIÁN CASALI

vivirbien@eldia.com

La mesa es el centro de reunión de todas las familias, y cuando se acercan eventos especiales como las fiestas de fin de año, los anfitriones quiere prepararlas de una forma especial, para que los comensales se sientan cómodos y agasajados.

Si bien cada quién tiene su estilo particular, está claro que hay al menos tres vertientes básicas en las cual basarse para armar la mesa para las fiestas: elegante, rústico y minimalista.

En este sentido, Carolina Szathmary, encargada de la decoración de una tienda muy reconocida de City Bell, explicó los tips que no pueden faltar a la hora de preparar cualquiera de estos estilos.

La decoradora destacó que la tendencia en ambientación para esta temporada son los tonos neutros, líneas simples y tejidos naturales. Además, con estos tres conceptos se pueden combinar un sin fin de elementos para crear varias opciones.

En lo que refiere a estas fechas en particular, sea cual sea la decoración elegida, no pueden faltar los motivos navideños.

LOS CUBIERTOS. La colocación de los cubiertos en la mesa no es un detalle menor, y según los parámetros protocolares, todo tiene su sentido.

El cuchillo se coloca a la derecha del plato, con el filo hacia adentro. La cuchara se pone a la derecha del cuchillo con la concavidad hacia arriba.

Del otro lado del plato va el tenedor, con las puntas hacia arriba. La cuchara o tenedor de postre se ubican en la parte superior del plato.

Dependiendo de cuántos pasos tenga el menú, variará la cantidad de cubiertos que se colocarán a cada lado del plato, que se van utilizando de afuera hacia adentro.

Finalmente, vale recordar que los cubiertos se colocan a 3 ó 4 cm. de distancia del plato.

 

ELEGANTE

Para armar este estilo, se eligió el dorado marca darle marco principal y una mantelería blanca, cortada por un camino en esos dos tonos y servilletas en dos colores, haciendo juego.

Aquí lo que prima es la calidad de la vajilla. Hay que tener como mínimo un plato principal y otro de entrada, y un juego de cubiertos completo, si son de plata, mucho mejor. Para la bebida, las copas y jarras deberían ser de cristal.

Para completar la decoración se colocaron estrellas, hojas de hiedra sobre el camino y shots de velas blancas, que le dan calidez y un toque romántico.

 

RÚSTICO

Esta es una opción que puede elegirse cuando la cena se hace al aire libre, tanto en una casa quinta como en el parque del hogar propio, rodeados de verde.

Se eligió un plato de sitio de mimbre, un plato blanco con relieve en los bordes y una copa torneada. La mantelería aquí también es blanca y puede jugarse con tonos crudos, que hacen contraste con los adornos navideños de madera, como el porta servilleta, en este caso.

En vez de una panera, se colocó un platito individual para cada comensal, y el centro de mesa se hizo con flores que se pueden recolectar del propio jardín.

Otra vez, más allá de que la simpleza es lo característico de este estilo, es indispensable tener algún shot de vela blanco a lo largo de la mesa.

 

MINIMALISTA

Si bien esta ambientación a veces parece que no lleva mucha preocupación, lo real es que por más que sea la más simple, tiene sus detalles.

Es para anfitriones que si bien no quieren lujo ni nada muy armado, buscan que la mesa de las fiestas se distinga a la de todos los días.

En este caso, sobre la mesa de mármol se dispuso un camino de liencillo crudo y una servilleta haciendo juego, resaltada por el portaservilleta. El plato es el protagonista por su diseño: cuadrado, de color y con dibujos. Y en vez de una copa, se optó por los frasco-jarra que están de moda.

Como decoración se puso un arbolito de navidad de madera, un shot de vela y un jarrón con flores naturales.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE