En menos de un minuto, entre siete violentaron el portón de una casa y robaron una moto

Los delincuentes se ensañaron con un joven de 26 años que desde hace un año vive en una casa situada en 30 entre 58 y 59: en ese lapso ya sufrió cuatro robos.

Está sumamente preocupado y no es para menos. No se sabe si todos los ataques con la modalidad de escruche fueron protagonizados por los mismos ladrones.

En cambio, pudo establecerse por una cámara de seguridad de esa vivienda, cómo fue el último de los ataques, registrado durante la madrugada de ayer. Esta vez actuaron siete jóvenes, algunos menores de edad en apariencia, que luego de forzar el portón del garaje sustrajeron una moto valuada en 80.000 pesos.

“En los tres robos anteriores, también entraron de noche pero a través de un patio trasero, que da a una manzana de monoblocks, y se llevaron cosas de menor valor”, consignó Nicolás.

Volviendo al robo de ayer, el muchacho reflejó que lo descubrió cuando se levantó a las 7 menos cuarto de la mañana y quedó perplejo al no ver la moto en el garaje.

Desesperado, atinó a mirar las imágenes registradas por la cámara de seguridad de ese domicilio. Atónito, comprobó que un grupo de ladrones fueron los responsables de que ese rodado, una Honda Tornado 250 roja, ya no estuviera donde Nicolás la había dejado.

“Por lo que vi en el video, había un nene como de 10 años, creo que algún otro menor de edad y los restantes de entre 18 y 20 años”, refirió después el damnificado.

“LA ZONA ES MUY INSEGURA”

Con toda la bronca e impotencia a cuestas por la situación, Nicolás expuso que “la zona es muy insegura. Además de los cuatro robos que soporté hasta el momento en casa, hubo otros casos de inseguridad por acá”.

En tal sentido, puntualizó que “a una amiga de mi hermana la asaltaron a punta de pistola hace dos meses, en plena calle, en la esquina de 30 y 58”.

Luego recordó que “no hace mucho” le tocó presenciar un intento de asalto a pocos metros de su casa.

Al respecto, señaló que “dos motochorros persiguieron en la calle a una pareja, que luego subió a la vereda y lo mismo hicieron los delincuentes. Hasta que doblaron y no supe cómo terminó todo”.

Cuando se lo consultó sobre otras pertenencias que le sustrajeron de su casa en los escruches anteriores, detalló que “me robaron dos bicicletas y un par de zapatillas”, entre otras cosas.

El joven precisó que el “la última vez que se metieron a robar en casa fue a fines del mes pasado”.

La seguidilla de robos en su vivienda y otros hechos de inseguridad en el barrio calaron hondo en el ánimo del vecino. Tanto que lo impulsaron a tomar un recaudo especial. Sobre el particular, reveló que “una vez que oscurece, ya no salgo de casa para caminar por el barrio. De noche, únicamente salgo en auto”.

El joven lamentó, además, la situación en la zona: “el barrio es lindo pero está bravo por los robos”, dijo y criticó que tampoco contribuye en prevenir esos episodios “la falta de vigilancia policial, la oscuridad grande que hay pastos altos de un baldío. Todo eso ayuda a los planes de los ladrones”.