Al vino, tomalo como quieras
Edición Impresa | 30 de Diciembre de 2018 | 08:05

Por PABLO AMADO / Fotos SHUTTERSTOCK
Hace varias décadas, en la industria vitivinícola existían dos vinos: tinto y blanco. No había cepa, marca ni región.
En la actualidad, cuando uno concurre a la vinoteca o supermercado, queda mareado de tantas etiquetas, cepas, regiones, bodegas, maridajes y qué se yo, cuántas cosas más.
A medida que fue transcurriendo el tiempo, el sector se fue modificando y buscando nuevas formas de poder llegar al consumidor, que se inclinó más al mundo de la cerveza. Por eso hay que hablar del vino de la manera más sencilla, para volver a acercar a la gente a tomarlo todos los días en la mesa.
Hay que bajarlo del pedestal. Deberíamos considerarlo un pilar de las comidas, como el pan o el aceite. No es para ocasiones especiales, no requiere herramientas fundamentales para disfrutarlo ni poderes extraordinarios de paladar u olfato para saber qué es bueno y qué no lo es. Es una cuestión de gusto, no un juicio de nuestra personalidad o carácter.
Se llegó a esta instancia porque se instaló como idea principal que para tomar vino, hay que saber de ellos. Por eso, ahora se decidió dar una vuelta de rosca y comenzar con diferentes spots publicitarios como “El vino nos une” donde la Corporación Vitivinícola Argentina trató de hacerlo fuerte mediante las redes sociales o la nueva publicidad “Vino +…”, donde el esta bebida acompaña a cualquier comida, en referencia al maridaje.
Hace 30 años, Argentina tenía un consumo anual per capita de 80 litros. Hoy apenas llega a 20. Muchos factores tiene que ver con esta realidad. Por ejemplo, la aparición de críticos que empleaban conceptos complejos para hablar de vinos. También, al comenzar a caer los números de la industria, las mismas personas que ubicaron al vino como una bebida de elite, se dieron cuenta que debieron modificar el discurso.
De todas maneras, me parece que ayudaría bastante, simplificar el mensaje. La nueva camada de sommeliers que surgieron en nuestro país en los últimos años, ayudan a comunicar el vino de manera sencilla. Eso, está bueno.
Cuando tuve la posibilidad de hablar con enólogos referentes de nuestro país, coincidieron en que el vino se debe tomar como uno quiere y acompañarlo con la comida que cada uno elija. Para ellos, el vino con hielo y soda es una excelente combinación, y no por eso pierde sus propiedades y cualidades.
Por todo lo anterior expuesto, entre otras cosas, la orientación de la industria vitivinícola se dirige a captar a los “millennials” para recuperar terreno perdido y volver a creer que el vino se toma como uno quiere.
Entonces, como siempre digo, “el vino tomalo como quieras, cuándo quieras, con quién quieras y dónde quieras”.
Salud.
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