En dos años echaron a casi 10% de los policías locales de toda la Provincia

Entre el 10 de diciembre de 2015 y el último día de 2017 desplazaron a 2.030 oficiales. Quedan 20.449. En La Plata hay, activos, unos 750. Equipararon su entrenamiento y capacitación con los efectivos de la Bonaerense

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Por ALEJANDRA CASTILLO
acastillo@eldia.com

“Las ‘Unidades de Policía de Prevención Local’ tendrán como misión esencial la prevención de delitos y contravenciones, actuando con características de policía de proximidad, coordinando su actuación con los municipios y demás unidades policiales”, dice en su artículo 7 la Resolución 835, por la que el entonces gobernador Daniel Scioli creó la Policía Local.

A menos de cuatro años de aquel decreto de julio de 2014, la fuerza quedó ahora bajo la lupa por un caso policial que ocurrió hace dos meses en territorio porteño pero involucró a uno de los 20.449 agentes distribuidos en toda la Provincia: Luis Chocobar, procesado por homicidio con exceso de legítima defensa y embargado en 400 mil pesos por matar a uno de los dos ladrones que apuñalaron 10 veces al turista norteamericano Joe Wolek, en La Boca.

Chocobar, que presta servicios en Avellaneda, recibió el respaldo personal del presidente Mauricio Macri y de la ministra Patricia Bullrich, a quienes el senador Fernando Pino Solanas denunció por “apología del delito”. Del otro lado, un abogado -Alejandro Suárez Lynch- al juez de Menores Enrique Velázquez, magistrado que procesó por exceso en la legítima defensa al policía Luis Chocobar, denunció por “mal desempeño, inhabilidad ético moral y prevaricato” al juez de Menores Enrique Velázquez, que procesó a Chocobar.

Por el medio de ambos frentes corre un debate que involucra la valoración de distintas cuestiones (sobre todo después de que se difundió el video que muestra a Chocobar disparando contra Pablo Kukoc -18-, que terminó muerto) aunque la pregunta de fondo tiene que ver con la actuación del policía: ¿Su intervención fue correcta y ajustada a la ley, o no?

Si la respuesta es no, ¿puede adjudicarse esa falla a la falta de entrenamiento o a una formación deficiente?

Entre el 10 de diciembre de 2015 y el 31 de diciembre de 2017 se abrieron 2.660 sumarios a efectivos de la Policía Local en toda la Provincia; 2030 fueron apartados y 65 suspendidos, quedando, hoy, 20.449 agentes distribuidos en los 52 municipios, de los 135 de la Provincia, que adhirieron al decreto de Scioli.

Ahora “no hay más ingresos para la Policía Local”, explicaron desde el ministerio de Seguridad, porque “se estableció un cupo con cada una de las intendencias y ya se alcanzó”. En La Plata hay 862 efectivos, aunque descontando las licencias de todo tipo, solamente 750 de ellos están activos, divididos en cuatro turnos.

En la Región (incluyendo Berisso y Ensenada), la fuerza acumuló en los últimos dos años 228 sumarios, con 110 expulsados y 10 suspensiones, según datos oficiales.

Los efectivos de la Local son oficiales. Hay dos sargentos que ascendieron por mérito

 

La función de esa policía “es fundamental”, dice a este diario el comisario general Alfredo Seeber, Superintendente de Seguridad Local, porque “se creó con la función de estar cerca del vecino, en centros comerciales, corredores escolares y para colaborar en políticas de género”, pero hoy, “con las necesidades de los distintos distritos, terminan colaborando con la policía de azul (Provincial).”

Si la práctica alteró los objetivos iniciales de la Local, el cambio de gestión impulsó modificaciones a la formación de los hombres y mujeres que la integran.

“El plazo de estudios se extendió de 6 a 9 meses. Se incluyó de manera obligatoria prácticas profesionales que se llevaron a cabo en el Operativo Sol y además se incorporó 60 horas más de prácticas profesionales” obligatorias “en una semana intensiva de estudio”, detallaron desde la cartera a cargo de Cristian Ritondo.

Seeber resaltó que la Local ya “es un área de la policía de Buenos Aires” y sus agentes “se reentrenan a la par; no se distinguen. Todos van con equipo de gimnasia”.

Según apuntó, “en 2016 se cerraron los institutos de formación” impulsados por cada municipio, donde los oficiales eran preparados por policías bonaerenses, docentes y profesores de educación física.

“Ahora quedaron 11 sedes de la Escuela Juan Vucetich”, detalló Seeber” y “se los obliga a realizar un curso de reentrenamiento de una semana cada seis meses”, en los 27 centros asignados a esa función en todo el territorio bonaerense.

Esos cursos están destinados a los casi 21 mil oficiales de la Local y alrededor de 25 mil efectivos bonaerenses, hasta la jerarquía de oficial principal (los superiores hacen otro tipo de cursos).

“Son dos ciclos completos por cada una de las materias”, que incluyen “operaciones policiales, defensa policial, tiro, bioseguridad y primeros auxilios, marco legal y Derechos Humanos, educación física y prácticas policiales”.

Uno de los fundamentos que usó el juez Velázquez para procesar al policía de la Local Avellaneda fue que “en punto a la falta de recaudos al momento de efectuar los disparos, cabe destacar que el propio Chocobar expuso que al disparar lo hizo blandiendo su pistola con una sola mano, ya que con la otra se cubría el rostro para defenderse ante una posible agresión de Kukoc, situación que lo coloca en un obrar, cuanto menos, alejado de una actitud profesional exigible a cualquier personal policial”.

Hubo 87 unidades de Policía Local en la Provincia. Hoy son 52 y ya no hay más ingresos

“De las imágenes captadas por el domo instalado en la esquina de Irala y Suárez, se observa que al momento de recibir los disparos, Kukoc corría por esa última arteria, sin darse vuelta en ningún momento, y se encontraba a varios metros de distancia del oficial Chocobar” -siguió el juez- y sostuvo que “lo exigible a Chocobar en este tipo de situaciones está por encima de lo exigible a otro ciudadano, pues se trata de un profesional en actividad que ha sido capacitado y equipado por el Estado para abordar y resolver de la mejor manera posible esas situaciones”.

EL ESTIGMA DE LOS “PITUFOS”

Hoy, los policías de la Local tienen las mismas jerarquías que los de la Bonaerense, cobran el mismo sueldo y acceden al mismo equipamiento y capacitación (incluidas las 17 tecnicaturas en formación superior que antes tenían vedadas), pero la integración entre los integrantes de ambas fuerzas no es algo que se logre por decreto.

“Vengo peleando todos los días para terminar con el estigma”, admitió Seeber consultado por el apodo de “Pitufos” que los policías de la bonaerense les asignaron a los de la Local por el color de sus uniformes, ya que “todos tienen una función, como los que trabajan en investigaciones o en cualquier cuerpo. Son los que tienen que caminar o ‘quemar taco’. Y son los primeros que el vecino ve en la calle”, remarcó.

Aunque el superintendente consideró que esa suerte de grieta entre fuerzas se ha ido cerrando a fuerza de “operativos y detenciones” que hizo la más nueva, buena parte de la comunidad los sigue mirando de reojo.

Meses atrás se viralizó un video que mostraba a policías de la Local que no sabían cargar su propio arma: “Hay gente capaz y otra que no”, reconoció Seeber, “por ahí no les enseñaron, o les enseñaron mal o se pusieron nerviosas (eran mujeres), pero eso se mejoró porque ahora van todos a la par. Son todos policías”.

Otra crítica recurrente tiene que ver con la formación, la edad y el peso: “Hoy ingresan entre los 18 y 25 años, es obligatorio que tengan el secundario completo y un peso determinado”, aunque esto último se vuelve una cuestión compleja cuando aumentan dentro de la fuerza. “Es difícil, porque si los sacamos a todos los que tienen ese problema por ahí nos quedamos con un cuarto de efectivos”, cerró Seeber.

 

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