San Carlos no le encontró la vuelta y volvió a dejar puntos vitales en el camino
Edición Impresa | 18 de Febrero de 2018 | 06:17
San Carlos volvió a dejar puntos importantes por el camino. No estuvo a la altura de las circunstancias, futbolísticamente hablando, sintió las ausencias de varios de sus titulares, y como si eso fuera poco, hilvanó la segunda derrota consecutiva en el torneo, al perder 2-1 con Talleres de Remedios de Escalada, en Berisso.
Este nuevo traspié (venía de caer con Barracas Central) lo deja cada vez más complicado con el tema del descenso, situación que podría complicarse en caso de que Sacachispas sume de a tres.
Talleres, un equipo de oficio y bien estructurado, se plantó mejor en la cancha que el Celeste. Los volantes hicieron un buen trabajo de contención; mientras que en ataque, tanto Gaona como Carboni fueron punzantes cuando pisaron el área.
La Villa sufrió el mal de ausencias. Sintió la falta de Wilson Gómez, un jugador importante en la estructura táctica del equipo de Vivaldo. La de Nicolás Igartúa, un jugador que le aporta sacrificio y al mismo tiempo claridad en el traslado. Y la de los dos laterales (Molina y Alejandro Gómez). A todo esto, se topó con un Talleres inspirado, ordenado, que supo aprovechar sus oportunidades. A los 24, en una jugada bien hilvanada, la “T” consigue el primer gol de la tarde gracias a una aparición de Luciano Arcuri.
El Celeste insinuó alguna reacción, pero sus intentos no fueron suficientes, a pesar de que Angel Luna volvió a manejar los hilos del equipo.
En la parte complementaria, Talleres volvió a manejar el partido. Le copó la parada al local, y con rápidos desplazamientos, volvió a imponerse en el terreno de juego. A los 15, Juan Pablo Passaglia decreta la segunda conquista del equipo de Remedios de Escalada.
Muchos pensaron que el asunto estaba liquidado, pero no fue así, pues la Villa logró levantar sensiblemente su juego, a partir de los cambios que metió Jorge Vivaldo. Ricardo Vera y Gustavo Mendoza entraron con frescura, sobre todo el volante, y gracias al aporte de ambos, la Villa logró mejorar su rendimiento.
A los 32, Gustavo Mendoza descontó para San Carlos, poniéndole un poco de dramatismo al partido. Herido en su amor propio, pero sin aquel juego sutil que supo desplegar en los partidos anteriores, los dirigidos por Jorge Vivaldo apretaron al rival, le quitaron la pelota y generaron un par de chances que pudieron haber cambiado la historia. Sobre el final, casi lo empata.
En líneas generales, San Carlos volvió a dejar en el camino puntos muy importantes. Talleres, con mayor practicidad y oportunismo, ganó de manera inobjetable y le dejó al Celeste otra preocupación.
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