El astrónomo aficionado dice haber ganado la “lotería astronómica”
Edición Impresa | 23 de Febrero de 2018 | 03:39

“Hay robots buscando las 24 horas lo que yo capté en mi terraza”, dice Víctor Buso, el aficionado rosarino a la astronomía que registró por primera vez el momento en que explota una supernova, lo cual permitió que por primera vez astrónomos de la UNLP documentaran por primera vez el registro secuencial de esa explosión.
El logro conjunto, que tuvo repercusión internacional, puso a Buso en un lugar destacado, tanto que ayer su teléfono no paraba de sonar, según reveló.
“Ya que tuve la suerte de ganar la lotería astronómica, ahora voy a aprovechar el envión a ver si gano la lotería de verdad”, bromeó ayer el rosarino, que desde la infancia tiene afición por la astronomía.
Para que el logro haya sido posible tuvo que ver la casualidad, pero también los equipos profesionales que Buso compró en los últimos años a partir de la venta de un terreno.
Víctor tiene 58 años y vive en el sur de Rosario. Es cerrajero y empezó con la astronomía a los once años, utilizando telescopios de cartón, madera y hojalata que él mismo fabricaba.
Hoy, el instrumental profesional con el que cuenta y que está dispuesto en la terraza de su casa, incluye un telescopio, una computadora, cámaras, cúpula giratoria y todo lo necesario para hacer sus observaciones.
Cuenta que la historia del registro de la supernova comenzó el 12 de setiembre de 2016, cuando se abocó a estudiar durante un buen rato una galaxia.
Esperó al día 20, cuando recibió unas máquinas nuevas que mejoraban la observación y alrededor de la medianoche todavía estaba observando las estrellas desde su casa, según relata.
“Estoy sacando una secuencia de la galaxia cada 20 segundos, cuando veo un pixel que empieza a aumentar de brillo”, relató al recordar ese momento crucial.
“Empecé a llamar a la gente que se dedica a la astronomía en forma profesional, pero a las doce de la noche no encontraba a nadie. Hasta que di con otro aficionado que me dijo que tenía que dar el alerta mundial. Entonces elaboré un llamado con la exposición, brillo y mediciones para que un observatorio más poderoso confirmara lo que estaba viendo”, relató.
Melina Bersten y Gastón Folatelli, del Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP, dependiente del Conicet y la Universidad Nacional de La Plata), tomaron la posta del registro y lo llevaron al ámbito académico, investigando y elaborando un trabajo que fue publicado por la prestigiosa revista Nature y que tuvo repercusión mundial en las últimas horas.
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