Una salida en familia terminó en una madrugada de miedo en Ringuelet

El viernes por la noche una mujer sus hijas y el novio de una de las chicas fueron asaltados en 511 entre 9 y 9 bis. Les robaron el auto

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En Ringuelet, el asesinato de Abril Bogado, la nena de 12 años ejecutada a principios de noviembre cuando llegaba a su casa después de una fiesta familiar, en una madrugada de domingo, dejó una huella profunda. Los vecinos miran una y mil veces a los costados y mantienen el reclamo de patrullaje como herramienta para evitar otras tragedias. A tres cuadras del lugar de aquella fatídica escena, en la madrugada del sábado volvieron a presentarse la violencia y el terror. Pilar Fernández volvía, junto a sus hijas adolescentes y el novio de una de las chicas, de una noche con un plan familiar con satisfacciones para todos: en el festival de rock al que habían asistido en Buenos Aires hubo propuestas para todos. Ya empezaban a pensar en la segunda jornada, mientras llegaban a la casa de 511 entre 9 y 9 bis. Todo cambió: “Bajé del auto como para abrir el portón y entrar al garage. En el momento en que lo estaba abriendo veo que el novio de una de las chicas me hace señas como para que me detenga. No tuve tiempo para reaccionar. Ya tenía a un ladrón apuntándome y gritándome que le entregue las llaves del auto”, relató la mujer.

Según detalló, junto al delincuente de entre 18 y 20 años aparecieron otros cuatro hombres. “Le explicaba que no podía darle las llaves porque el auto estaba en marcha. Finalmente entendió. Hicieron bajar a los chicos. Nos sacaron los celulares, la cartera mía y escaparon en el coche”, indicó Fernández.

La familia se quedó sin el Fiat Argo y sin la chance de ir a la segunda y tercera noche de recitales del festival, como tenían planeado.

Según informó la Policía, en esas horas del viernes se dio un caso de similares características a pocas cuadras de allí, en 11 y 512, donde en otro asalto a mano armada delincuentes se llevaron un utilitario Fiat Cubo. Todo ocurrió a pasos de 511 entre 11 y 12, donde fue asesinada Abril, en el punto extremo de la violencia en la zona.

El asalto en la vivienda de 511 entre 9 y 9 bis provocó asombro e inquietud.

Una vecina de la cuadra contó en la puerta de su casa que “escuché gritos de unos jóvenes a la madrugada. Al principio no me alarmé demasiado, porque es algo que suele ocurrir durante la noche”.

Sin embargo, poco después “escuché la sirena de un patrullero y ahí me di cuenta que algo malo había pasado”.

“Unos minutos después oí que un policía recomendaba a una vecina que fuera para la comisaría, por lo que me convencí que había sufrido un robo”, expresó la mujer.

La vecina no dejó pasar por alto que el asalto de ayer “fue a tres cuadras de donde mataron a la nena el año pasado, cuando volvía a su casa después de una fiesta”. Unos meses después, no ve cambios: “la zona de 9 y 510 es la que está más brava. Esto es así desde hace un año”, dijo.

“Después de lo de Abril había mucha Policía dando vueltas, pero en enero desaparecieron y ahora alguno se ve, pero da la impresión de que no alcanza para frenar los robos”, apuntó otra vecina.

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