No es cuento chino: un avión hipersónico uniría Nueva York y Beijing en dos horas
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2018 | 04:01

Un equipo de científicos chinos diseñó un avión ultrarrápido capaz de alcanzar una velocidad de hasta 8.600 kilómetros por hora (casi 7 veces la velocidad del sonido), lo que le permitiría conectar Beijing con Nueva York, un trayecto que hoy toma catorce horas, en aproximadamente dos.
Bautizado como I-Plane, se trata de un diseño biplano, similar a los utilizados durante la Primera Guerra Mundial, con el objetivo de que pueda manejar una carga más pesada que otras naves hipersónicas que tienen una forma aerodinámica y alas delta, precisaron los investigadores de la Academia de Ciencias de China en un artículo científico publicado por el diario independiente South China Morning Post.
No obstante ello, el modelo no soportaría una gran carga. De hecho, se estima que el I-Plane, que es tan grande como un Boeing 737 (uno de los aviones más comunes en la aviación mundial), solamente tendría un cuarto de su capacidad de carga, lo que supone cinco toneladas o cincuenta pasajeros. Aún así estos valores superan a los de un avión supersónico medio.
El equipo de científicos probó una versión reducida del aparato en un túnel de viento que también se utilizó para realizar evaluaciones aerodinámicas de los últimos prototipos de armas hipersónicas en China.
Las pruebas consistieron en lanzarlo a una velocidad siete veces superior a la del sonido -1.235 kilómetros por hora- y, “sorprendentemente”, comprobaron que funcionaba correctamente.
Durante las pruebas, el nuevo modelo de avión hipersónico consiguió alcanzar velocidades que van desde Mach 5 (6174 km/h) hasta Mach 7 (8643 km/h), gracias a que es capaz de plegar su conjunto de alas para reducir las turbulencias y aumentar la capacidad de elevación de la máquina.
El éxito de la prueba no implica sin embargo que China vaya a lanzarse de inmediato a su fabricación, ya que el modelo se encuentra aún en fase de diseño. De hecho, no estaría definido aún cuál sería su finalidad.
Según le reveló una fuente vinculada al proyecto al diario South China Morning Post, el modelo del I-Plane podría servir tanto para un avión de pasajeros como para uno militar, “algo así como un bombardero pesado hipersónico”.
El dato no resulta extraño dado que China desarrolló recientemente misiles hipersónicos capaces de viajar a velocidades superiores a 11.000 km/h.
Estos avances fueron temas de discusión el mes pasado en el Congreso de Estados Unidos, donde el capitán estadounidense Harry Harris advirtió que China viene investigando la tecnología hipersónica con fines militares.
Claro que Estados Unidos ha venido desarrollando también sus propias proyectos de naves hipersónicos.
De hecho, investigadores de la NASA descubrieron el año pasado que los nanotubos de nitruro de boro podrían ser un material que hace que los viajes aéreos hipersónicos sean más factibles, e incluso podrían permitir a los aviones de la NASA cruzar el país en menos de una hora.
Además, la Marina de Estados Unidos está probando armas hipersónicas que podrían impactar en cualquier lugar de la Tierra en una hora, y la firma Lockheed Martin, contratista del gobierno, insinuó en enero que el SR-72, el sucesor del SR-71 Blackbird, ya estaría en desarrollo, y que este avión hipersónico podría estar volando para 2030.
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