El “Madoff argentino” dice que no estafó a nadie, ni tiene plata

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El empresario Enrique Blaksley Señorans, detenido el martes en un country de General Pacheco, negó ante la Justicia haber pergeñado una estafa contra miles de ahorristas, que sería la más grande de la historia del país, y aseguró que en su compañía hubo un “desastre administrativo” a partir del año 2015 que le impidió pagar a sus clientes.

Además, afirmó que si vende los activos que le quedan podría pagarle a todos los damnificados, que reconoció que son unos 2.000, y por ese motivo pidió que le den un arresto domiciliario para poder seguir trabajando con ese objetivo, dijeron fuentes judiciales.

Blaksley, alias el “Madoff argentino”, declaró durante dos días ante la jueza federal María Servini y la fiscal Alejandra Mángano y tras escuchar su versión de los hechos, la magistrada ordenó que quede detenido en el Sistema de Intervención para la Reducción de Indices de Corruptibilidad (IRIC) de la cárcel de Ezeiza. El acusado contó que su nivel de vida bajó considerablemente. “Viví de las reservas que me quedaron de acumulación y hoy más o menos me quedará un millón de pesos”, contó. Y agregó: “Tengo dificultades hoy para pagar mis gastos personales, con deudas personales. Me cuesta pagar los colegios, expensas, impuestos. No compramos ropa, no nos vamos de viaje. Piensan que soy rico y me quedé con la plata de la gente y nadie toma en cuenta la cantidad de gente que cobró en todos estos años. Es mucho más que la que no cobró”.

Por otra parte, los otros tres detenidos, Federico Dolinkue y Alejandro Carozzino (socios de Blaksley) y Verónica Inés Vega, cuñada del empresario y quien era directora de su empresa, Hope Funds S.A, pidieron ser excarcelados pero la magistrada lo rechazó ayer a la tarde.

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