Una conmovedora muestra de dolor y solidaridad en el multitudinario adiós a Leandro

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Unas mil personas despidieron ayer en González Catán los restos de Leandro Miguel Alcaraz, durante una procesión que acompañó el cortejo fúnebre en medio de reclamos de justicia por el crimen y mayor seguridad.

“Estamos hartos de que nos roben y de que nos maten”, se lamentó Ángel Godoy, compañero de Leandro de la línea 620, al hacer declaraciones en la puerta de la cochería Casa Catalfo, donde agregó: “El dolor que siente la familia también lo sentimos nosotros, hoy somos todos uno”.

Frente a carteles exigiendo justicia y con aplausos de fondo, Ángel y un numeroso grupo de colectiveros se abrazó en llantos al grito de “Leandro presente, ahora y siempre”, antes de que partieran los vehículos que trasladaron a los familiares y al féretro hacia el cementerio.

En tanto, vecinos de Virrey del Pino se acercaron a las veredas de la avenida para despedir el féretro de la víctima, que fue recibido con más aplausos y seguido por sus compañeros hasta el cementerio, donde los allegados al joven realizaron una misa y el entierro en privado.

 

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