El Lobo sucumbió en Córdoba y el fondo no parece llegar nunca

Gimnasia volvió a mostrar una imagen pobre, calco del momento institucional y deportivo que vive. El equipo hasta ayer de Sava fue superado sin atenuantes y terminó perdiendo con la T, que pudo haberlo goleado

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Por WALTER EPÍSCOPO
(Enviado especial)
wepíscopo@eldia.com

El presente del Lobo sólo suma preocupaciones. Sea en La Plata o en alguna excursión lejana al Juan Carmelo Zerillo, el resultado es siempre el mismo. Gimnasia perdió nuevamente, como lo viene haciendo hace seis fechas consecutivas. En esta ocasión, el verdugo fue el Talleres de Frank Darío Kudelka, que lo superó por 2 a 0 (Araujo y Arias), aunque el resultado podría haber sido mayor si uno analiza el trámite del encuentro. El local fue muy superior desde el comienzo mismo del juego y el equipo del Colorado “aguantó”, hasta que el local logró conectar el primer puño.

UN PRIMER TIEMPO DE SUFRIMIENTO PLENO

El Lobo comenzó con una postura que apenas le duró 10 minutos. Los dirigidos por Sava presionaron alto y tuvieron la pelota, en lo que fue apenas un espejismo de lo que vendría. Sin generar real peligro en el arco opuesto, el tripero permitió que Talleres se despertara del letargo y a partir de allí, se hizo amo y señor ante un Gimnasia que jugó a esperar a que terminara la pesadilla. Completamente replegado y dependiendo de las destrezas de Martín Arias para mantener el arco en cero, el Lobo sufrió un primer tiempo en el que Silva impactó un cabezazo en el palo derecho y la única razón de la igualdad fue la ausencia de efectividad del local.

De esta manera, los primeros 45 se alejaron con la sensación de milagro que dejó la paridad en cero.

EN EL COMPLEMENTO LLEGÓ LO QUE SE PREVEÍA

Desde el vestuario mismo, Sava movió piezas para reacomodar un equipo que se vio muy superado. El ingreso de Bonifacio por Ramírez y Colazo por Contín pretendió organizar a un Gimnasia que hizo agua por todos lados. Y, pese a que en los instantes iniciales, continuó con dicha tónica, el golpe de Talleres llegó en un momento en el que trámite parecía emparejarse.

Una mala salida por izquierda terminó en una habilitación de Junior Arias a Santiago Silva. El uruguayo remató, pero no pudo batir al guardameta mens sana. Sin embargo, el rebote encontró a un solitario Juan Ramírez, quien envió un balón que cruzó toda el área chica ante una defensa tripera que sólo observó a la número 5 ir de un jugador local a otro. Este último, Aldo Araujo, sólo debió impactar de “palomita” para poner una diferencia más que merecida.

Ya con la desventaja y la total sensación de nada, Gimnasia intentó adelantarse unos metros. Pero como aquellos boxeadores que se saben derrotados, el Lobo nunca lastimó y los minutos posteriores sólo sirvieron para esperar el KO. Con el tiempo cumplido, Guiñazú lanzó un largo pase para Joao Rojas. El ecuatoriano “desparramó” a dos jugadores mens sana y puso a correr a un claramente adelantado Junior Arias. El calvo delantero de La “T” encaró a un solitario Alexis Martín Arias, quien sólo pudo mirarle el número. Con el arco a su merced, Arias sentenció un encuentro que sabía su final desde hacía tiempo.

El Lobo llegó a la sexta derrota de manera consecutiva

 

Gimnasia volvió a perder. En esta ocasión fue por 2 a 0 y sin atenuantes. Talleres lo superó claramente y no se observó reacción anímica ni futbolística. El equipo de Kudelka, que supo ser animador del torneo, se aprovechó de un abatido elenco tripero.

Sin soluciones claras en un futuro inmediato, la actualidad del Lobo sólo genera preocupaciones. No solo por las seis derrotas al hilo, sino por el caudal de puntos para un promedio cada vez más minúsculo.

 

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