Una discusión por un incidente vial provocó un ataque de furia contra un micro en Ensenada

Un incidente cualquiera volvió a detonar una situación de violencia en la Región. Esta vez sucedió en la ciudad de Ensenada, cuando un automovilista y un colectivero participaron de un discusión por una maniobra de tránsito.

Al parecer, de acuerdo a lo que pudo saber este diario, el primero le reprochó al segundo haberlo encerrado y ambos conductores se habrían bajado de sus rodados para dirimir las diferencias planteadas.

Siempre en base a la información oficial que brindaron fuentes policiales, no alcanzó con el habitual cruce de palabras y algunos bocinazos.

Se necesitó del cara a cara, que por suerte no arrojó heridos.

Sí se registraron algunos destrozos, porque el automovilista, agregaron los mismos voceros, la emprendió contra los vidrios del micro a palazos y rompió varios de ellos.

El increíble episodio tuvo lugar anteanoche en el cruce de las calles La Merced y De La Paz, en pleno centro de la vecina ciudad, y a sólo dos cuadras de la Municipalidad.

Poco después, cuando la furia fue mermando y la calma volvió a la escena, el colectivero, de la empresa 307, cortó el servicio que estaba desarrollando y se fue derecho a la comisaría para denunciar la agresión.

Cerca de la medianoche, el micro parado en doble fila en la puerta de la seccional primera daba cuenta de que algo raro había ocurrido, ya que no se trata de algo que se ve periódicamente, salvo cuando ocurren episodios que así lo ameriten.

¿Un robo? ¿Un accidente? Enseguida comenzaron las conjeturas, que se despejaron rápidamente cuando el colectivero contó lo que había ocurrido y que dio razón para el inicio de actuaciones por “daño”, con conocimiento del fiscal penal en turno de La Plata, Hugo Tesón.

UN ANTECEDENTE

Hace pocos días, en 7 y 511, se dio otra situación de violencia tras un incidente vial, aunque con consecuencias más graves.

La víctima fue una policía administrativa, que cumple funciones en la seccional novena, a la que un hombre le pegó una trompada en la cara, le rompió un vidrio de su coche y hasta la quiso agredir con un arma blanca, según aseguró en diálogo con EL DIA.

Las razones que provocaron la ira del conductor no están del todo claras, aunque, por el relato de la damnificada, venía de sufrir un inconveniente de tránsito, del que ella no había participado.

La policía llegó justo a la esquina con las dos hijas y el acusado reaccionó.

“Fue algo terrible. Pensé que me mataba. Mis hijas quedaron en shock”, recordó la mujer, mientras que el acusado terminó esposado.