La guerra comercial de EE UU y China podría beneficiar al país

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China anunció que incrementará los aranceles de importación a una gama amplia de productos de Estados Unidos, incluyendo productos muy sensibles, entre ellos

soja, carnes o autos. En el caso de la soja el gobierno del gigante asiático aumentaría los aranceles del 0% al 25%. China es el principal importador mundial de soja y Estados Unidos uno de sus principales proveedores.

Es de esperar que, de materializarse este cambio de política comercial, haya impacto sobre el tamaño del mercado mundial y los precios internacionales. Un ajuste en la demanda china contraería la demanda mundial, presionando a la baja precios internacionales (traslado de parte de la carga del impuesto). El ajuste de cantidades, asociado a la suba de aranceles, es un “efecto destrucción de comercio” y por ende es malo en términos globales. También cambiaría la estructura de proveedores globales (de soja o cualquier otro producto afectado),

por un efecto de “desviación de comercio”. Las ventas de soja argentina o brasileña en China tendrían una ventaja arancelaria respecto de las de Estados Unidos

Al ser tan importante Estados Unidos como proveedor global y difícil su sustitución a corto plazo, la demanda china deberá pagar seguramente más cara la soja, tanto la de Estados Unidos (que incluiría el costo del arancel) como la de otros orígenes (Brasil y Argentina), que exigirán un mayor valor para modificar el destino que se había previsto para la oleaginosa (stocks o abastecimiento industrial). En los últimos días los precios de la soja de los distintos orígenes se han movido en la

dirección esperada, cayendo en forma importante en Estados Unidos, mientras que se han mantenido firmes y/o levemente crecientes en Brasil y Argentina

El conflicto comercial entre Estados Unidos y China ha escalado rápidamente en las últimas semanas y a largo plazo podría beneficiar al pais.

 

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