Reserva Natural El Destino

  En el partido de Magdalena, 17 kilómetros al Sur de la ciudad cabecera y dentro del Parque Costero del Sur, en una franja declarada Reserva Mundial de la Biósfera por la UNESCO, la estancia y Reserva El Destino es un lugar ideal para pasar el día y disfrutar la vegetación autóctona del paisaje del nordeste bonaerense ribereño.  

La historia Hacia 1580 el pago de Magdalena es el límite al Sur de las suertes de estancias repartidas por Juan de Garay. El río Salado, la frontera entre las tierras conquistadas por el español y el desierto. Con algunas chacras para cultivo, pequeñas haciendas y grandes estancias, el ferrocarril es un aliciente para el desarrollo de la actividad agro-ganadera de exportación. Estos parajes son de Marcos Miguens y su esposa, Juana Reinoso de Barragán, heredera de miles de hectáreas en la zona. El Ingeniero agrónomo Ricardo Pearson y su esposa, Elsa Shaw de Pearson destinarán 500, de las 1850 hectáreas compradas a Miguens, a la preservación de la naturaleza, la investigación y la educación ambiental.

El ambiente silvestre ribereño La estancia Pearson es uno de los últimos reductos de vegetación autóctona bonaerense. De buena madera, ramas caóticas, poca altura, espinoso, cubierto de lianas o enredaderas, el tala, pese a su sobreexplotación, no desapareció totalmente del paisaje bonaerense y aún quedan zonas de bosque nativo. Los talares de albardón o celtis Tala forman cordones paralelos al río entre bañados, pastizales, juncales y abunda en barrancos o suelos compactos de tosca, médanos muertos y grandes depósitos de conchilla con restos de moluscos que ingresaron con el mar hace diez mil años. En primavera se cubren de hojas verdes, frutos dulces y anaranjados. En el Sendero de Interpretación veremos como al tala lo acompañan las sombras de toro, los ombúes saucos, coronillos, cuyo fruto es el predilecto de una oruga: la que origina la mariposa de alas celestes "Bandera Argentina".

Bosque, pastizales y bañados Para entrar a la estancia hay que abrir la tranquera y tras una exuberante arboleda de pinos, eucaliptos y cipreses, tomamos el  camino que conduce al río.  El Río de la Plata avanza y retrocede por los caprichos del viento; cuando sopla del sudeste, son pocos los espacios para sentarse y matear. Si baja la marea, emergen playas extensas que dejan al descubierto juncales, ceibos, sauces, ranas, sapos y algunos peces que atraen gaviotas, garzas y benteveos. A pié o a caballo, pueden bordear el río, sortear pajonales; el amarillo vibrante de los lirios y el horizonte los guiarán. Quizás pensarán en los años de la conquista y este río, aquel río, el Mar Dulce. Al fin llegarán hasta la desembocadura de los arroyos Morales y El Destino; probablemente divisen algún Halcón Blanco, un colibrí o un hornero. El ciervo de los pantanos o venado de las pampas, el carpincho y el jabalí también habitan la reserva, como abundantes son las ranas, mulitas, tordos y arañas.

Jardines y tumbas Frente a la casa principal, un parque de cipreses y canteros de flores engalanan este jardín europeo de las pampas.  Un bosque de nogales, cedros y robles rodea el parque y no es dificil perderse en sus caminos interiores, entre los amarillos, verdes y ocres del incipiente otoño.  En lo que fue el invernadero están los restos de Ricardo Pearson y su esposa, Elsa Shaw de Pearson. Después de la muerte de su mujer, Pearson creó la fundación que preside Cecilia Bunge de Shaw. Las construcciones,  de ladrillo a la vista, son de estilo colonial rioplatense similares a los predios de Nueva Inglaterra. La casa principal fue diseñada en 1929 por los arquitectos Rocha y Martínez Castro.

Más actividades A las cabalgatas hay que reservarlas previamente desde casa. Trecking o senderismo, por los caminos de la reserva entre jardines de flores y árboles centenarios. Pesca, si es temporada se puede pescar pejerrey, carpas, bagres.  Avistaje de aves, si llevan binoculares y tienen suerte podrán conocer algunas de las cien especies que visitan o pasan por Pearson.

El medio  Los ciclistas quizás se atrevan a pedalear hasta la estancia desde La Plata. Es ruta pero hay un tramo de tierra y conchilla. También se puede ir en ómnibus o auto hasta Magdalena y pedalear los 17 kilómetros por un camino de conchilla en buen estado hasta la estancia Pearson. Lo mismo si eligen hacer el trayecto caminando...pueden ir haciendo paradas aunque es bueno saber que en esos kilómetros no hay nada para comprar hasta llegar a la Reserva. Este fin de semana santa de marzo fuimos en auto, por R 11 hasta Magdalena, después de bordearla por la misma ruta, tomamos el camino que conduce a la reserva. Ambas opciones son factibles y es muy fácil llegar. Se puede pasar el día e instalarse en alguno de los puestos con mesas, parrillas y hacer un asado a la sombra. Dormir en la Reserva; si dan ganas de quedarse a disfrutar el caer de la tarde, hay camping con servicio de baños y duchas. La otra opción es quedarse en los dormis con cocina. Dos tienen baño privado y los otros seis comparten un baño. Hay que escribir para reservar lugar a reservaeldestino@gmail.com

Galería de fotos 

Mapa de ruta

 

 

 

 En El Destino se abona una entrada de 70 $ por persona.

Servicios: Camping, duchas, dormis. Reserva previa. 

Ubicación: Partido de Magdalena Mapa de ruta

Acceso: Por Ruta Provincial 11 a 17 km. de la ciudad de Magdalena

Distancias: A 120 km. de Buenos Aires, a 60 km de La Plata

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