En una cafetería de avenida 7 ya sufrieron una docena de asaltos y exigen seguridad

Cuesta creer que un delincuente se atreva a entrar a robar en un comercio de 7 entre 48 y 49 cerca de las 6 de la tarde de un viernes, cuando a esa hora el centro de La Plata está “explotado” de gente que lo transita en vehículos y también caminando. Pero eso fue exactamente lo que pasó.

El episodio disparó una andanada de críticas del socio gerente de ese local, Rodolfo Alonso (69), por “la falta de presencia policial” y el reordenamiento de las paradas de micros que la Municipalidad dispuso recientemente, porque “ahora hay horarios en que se juntan acá entre 80 y 90 personas, algunas de las cuales miran nuestros movimientos”, lamentó.

Por esta última situación, el comerciante apuntó contra los vendedores ambulantes de la cuadra.

Por eso, según adelantó ayer en una entrevista con este diario, “junto a otros comerciantes de esta zona vamos a solicitar una reunión con el intendente Julio Garro, para plantearle nuestras inquietudes sobre esto que está pasando”.

UNA DOCENA DE ROBOS

Alonso refirió que en ese comercio ya contabilizaron “12 robos”.

Mencionó que “la inseguridad en esta zona se incrementó a partir del año 2001, pero fundamentalmente se acentuó en los últimos 6 o 7 años, que fueron en los que mayormente tuvimos estos episodios delictivos”.

En relación al último de ellos, contó que “fue el viernes alrededor de las 6 de la tarde”, justo después de que el gerente le informó a su empleado que saldría por un rato, para hacer un trámite.

Como si el ladrón se hubiese percatado de esa circunstancia, al rato ingresó en Bonafide y sin mayores rodeos sacó un arma de fuego con la que obligó al vendedor a que le diera el dinero que estaba en la caja registradora.

“Este delincuente tendría 31 años, sustrajo los 6.100 pesos que había de la recaudación junto a otros 250 pesos que había en mi oficina de la planta alta, a la que el asaltante obligó a ir al empleado tras encañonarlo con el arma de fuego”, detalló Alonso.

Aludió también a otra situación que le generó mucha indignación.

“Después de que el empleado fue a radicar la denuncia a la comisaría Primera, donde lo hicieron esperar bastante, la Policía nos mandó a 38 entre 7 y 8, donde está la comisaría Segunda, para que pidiéramos las imágenes de las cámaras de seguridad de 7 y 49”, indicó el comerciante sin poder ocultar su fastidio.

Y se preguntó: “¿No es esa una tarea de la que se debe ocupar la Policía, en vez de los damnificados?”.

Tampoco ahorró reproches al momento de hacer público que “luego del asalto, y pese a que este negocio está en pleno centro de La Plata, recién cayeron dos chicas policías de la Bonaerense una hora y media más tarde”, y después de que “nos quejamos por la demora”, completó.

Alonso confirmó que en medio de la seguidilla de atracos que padecen desde hace un tiempo decidieron adoptar algunas medidas en un intento por prevenirlos. “Cuando empieza a oscurecer cerramos la puerta con llave y abrimos únicamente a quienes creemos que son clientes”, reveló. Pero resulta claro que a esta altura todos los recursos son insuficientes.