Adiós a Antonio Pujía, maestro de la escultura

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El escultor Antonio Pujía falleció a los 88 años y fue sepultado ayer en el Jardín de Paz, informó su círculo familiar.

Pujía era considerado un referente local de la encáustica, una técnica ancestral que aglutinaba la cera de abejas, aplicada a la realización de la escultura.

“Queridos amigos, hoy me dirijo a ustedes para comunicarles una triste noticia. Antonio falleció esta tarde”, escribió su hijo Sandro Pujía en la red social Facebook, donde desde entonces los seguidores, alumnos y colegas comparten sus condolencias, muestras de cariño y fotografías en las que están junto a su “maestro”.

Nacido en 1929 en Italia pero instalado en la Argentina desde los siete, Pujía se dedicó a la escultura desde los 14 años y estudió en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón.

En el colón

Entre 1956 y 1970 estuvo a cargo del taller de escultura escenográfica del Teatro Colón y en el medio, en 1965, tuvo su primera exposición en la galería Witcomb, una de las primeras de Buenos Aires.

A partir de ahí expuso sus obras en numerosos museos y galerías del país y también del exterior, y recibió muchas distinciones, como el Primer Premio en el Salón Nacional de Artes Plásticas Manuel Belgrano y en el Fondo Nacional de las Artes “Augusto Palanza” o la Bienal Alberto Lagos, entre otros.

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