San Luis se hizo fuerte ante el CASI en La Catedral y no detiene su marcha triunfal

Los platenses se quedaron con la batalla ante el Atlético de San Isidro: ganaron 34 a 30 y de a poco se acomodan en lo más alto de la tabla

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En el marco de la quinta fecha del URBA Top 12, San Luis venció al CASI en su coqueto reducto de San Isidro por 34 a 30 y se acomoda en el lote de equipos que miran a todos desde la cima del torneo.

Y lo de ayer no fue fácil ni mucho menos, porque el Marista en base a muchísimos errores de manejo y a cierta falta de lectura del ataque de la Academia, vio como se le escurrió el primer tiempo de las manos, entre una mixtura sabor a apatía y cansancio.

Pero este equipo 2018 de San Luis tiene un grado de maceración, distinto, muy cercano a la maduración justa. Es como que le falta solamente un poquito de afinación para que la sinfonía suene potente y convencida de la partitura que le toca desarrollar cada vez que le toca saltar a la cancha: sea jugando en Buenos Aires, Córdoba o Tucumán.

Por eso después de cerrar un parcial negativo, tuvo que apelar a ajustar un poco las clavijas, para dar vuelta algo, que por lo menos , pintaba complicado.

APROVECHÓ SUS OPORTUNIDADES

Y como viene sucediendo en casi todos los partidos oficiales que el equipo de Pablo Cáffaro y Luciano Lazzarini ha disputado en esta temporada, San Luis entra a jugar el complemento con una actitud distinta y el rival cuando se da cuenta, ya es tarde. Esto le pasó ayer a este joven y aguerrido equipo del CASI, que vio como todo el esfuerzo del primer tiempo, se le hizo añicos con un par de buenas jugadas en ataque del cada vez más afianzado pack de forwards marista.

Claro está que gran parte de la solidez, se debe al trabajo conjunto de los ocho delanteros, pero faltaríamos s a la verdad si no resaltamos la tarea del chubutense Federico Wegrzyn (este es su primer año en nuestra ciudad y en el club de la calle 520), quien en cada ocasión que le toca tener la ovalada en sus manos, planta al equipo, cinco o diez metros adelante de la línea de ventaja.

“Fue un triunfo clave para el equipo, sentimos que no tenemos techo”, Federico Wegrzyn

 

También es para destacar nuevamente la actuación del juvenil Mauro Aguilar que con sus dribblings y con su lectura desde el fondo de la cancha siempre pareciera elegir las mejores oportunidades de ataque.

En fin, fue una buena victoria del equipo marista que fecha a fecha crece, se consolida como uno de los animadores del torneo y de a poco sueña con pegar de una buena vez por todas el gran golpe con el que sueña toda su gente.

La semana que viene (sábado o domingo, aún sin definir) recibirá en La Cumbre a San Martín, en busca de otra victoria.

 

 

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