Sin figuras de renombre pero con una clara idea de juego

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La presencia de Suecia en la fase final del Mundial está plagada de sorpresas. Supo lidiar con un complicado grupo con Francia y Holanda, hasta acabar segunda y dejar fuera a los oranje. Y en el repechaje dio el gran golpe eliminando a la tetracampeona Italia, sin recibir ningún gol en 180 minutos. Su victoria por la mínima en Solna ante La Nazionale pasará a la historia. No era fácil pero está en Rusia por méritos propios y sin tener en sus filas al mejor jugador sueco de la historia, Zlatan Ibrahimovic, retirado de la selección tras la Eurocopa 2016.

En Rusia 2018 se espera un clásico 4-4-2, lo que lo convertirá en un equipo duro de enfrentar. En el fondo, la pareja de centrales Lindelof-Granqvist tiene que consolidarse más. Interesante el lateral izquierdo Augustinsson. El arquero, Olsen, ha mostrado buenos actuaciones con el seleccionado, como el repechaje ante el conjunto italiano.

En el mediocampo, Larsson aporta carácter y experiencia en el centro del campo y las bandas son de calidad, especialmente la izquierda con Forsberg. Arriba, una pareja de delanteros clásica con Berg y Toivonen.

 

 

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