Un equipo con equilibrio y bien ordenado tácticamente

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Como una hormiguita, poco a poco, Polonia ha ido dando pasos para recuperar su hueco entre los grandes del fútbol mundial, tras una larga travesía de vacío que dura desde el Mundial de España 82. Buena muestra de su mejoría es su merecido papel de cabeza de serie en Rusia 2018. Los polacos han realizado una brillante clasificación que les ha permitido regresar a una fase final de un Mundial tras dos citas ausentes. Ya en la pasada Eurocopa de Francia se vio una muestra de su potencial y sólo la mala suerte evitó que se hablara de gestas mayores. Se marchó sin perder ningún encuentro y sólo pudo ser eliminada por Portugal en los penaltis en cuartos de final. Lewandowski es el jugador que lleva a sus espaldas los éxitos de la nueva Polonia y ha encontrado en el seleccionador Adam Nawalka la experiencia y el mando necesario para regresar al lugar que una vez ocupó (fue tercera en Alemania 74 y España 82 y brilló en Argentina 78).

La receta de Polonia es sencilla. Trabajo duro, no conceder en defensa y una amplia gama de buenos jugadores capaces de dejarse hasta la última gota de sudor para arropar a su gran estrella: Robert Lewandowski.

 

 

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