Una usurpación que tuvo en vilo a Abasto por varias semanas
Edición Impresa | 17 de Junio de 2018 | 02:02

El domingo 19 de abril de 2015, la intrusión de decenas de familias en tierras parcialmente explotadas por horticultores y de propiedad privada abrió un capítulo inédito en la historia de Abasto, quince kilómetros al oeste del centro de La Plata.
Con un frente de alrededor de 350 metros sobre la avenida 520 entre 213 y 216, y un “fondo” de casi un kilómetro, las tierras fueron utilizadas a inicios del siglo pasado para la actividad ganadera vinculada con el Matadero Municipal situado en la localidad; hacia el sur, el predio es cruzado por una acequia que forma parte de la cuenca alta del arroyo Rodríguez.
En 1988, ya en manos de la firma Texlen, relacionada con un dirigente deportivo local, una parte fue adquirida por la Comuna -permuta mediante- para cederla a una cooperativa de viviendas “de interés social”. A mediados de los años ‘90, el campo fue alquilado y acondicionado para su explotación por una tradicional familia de productores hortícolas platenses.
En 2001, la firma dueña de los terrenos, con la AFIP y la dirección provincial de Rentas como principales acreedores, entró en cesación de pagos y luego quebró. En los años siguientes, diferentes lotes fueron arrendados a productores en pequeña escala de morrones, cebolla de verdeo, lechuga y puerros.
El 13 de mayo de 2015, la Legislatura declaró “de utilidad pública y sujetos a expropiación” a los terrenos, con diferentes condiciones; entre ellas, además de las ya citadas, que los adjudicatarios deberán abonar “cuotas mensuales que no podrán exceder el diez por ciento de los ingresos del núcleo familiar” y que “el plazo será convenido entre el Estado y sus adjudicatarios, no pudiendo ser mayor de 25 años”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE