Rojo fue el héroe de ayer y lo festejó con los suyos

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Apenas terminó el partido y luego del festejo con sus compañeros, Marcos Rojo corrió hacia una de las tribunas del estadio de San Petersburgo. Allí, tan o más emocionados que él, lo esperaban su hermano, su señora y sus hijas.

El lateral se abrazó fuertemente con todos ellos, repartió besos para todos lados y tomó a una de sus hijas para compartir quizás, la mayor alegría de su carrera.

También los recordó al momento de repasar el gol: “es para ellos, que me apoyaron en todo momento”, expresó quien también fue campeón de la Copa Libertadores en 2009 junto a Alejandro Sabella.

 

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