La subasta que movilizó a los investigadores
Edición Impresa | 30 de Junio de 2018 | 03:46

La Sociedad de Paleontología de Vertebrados, un grupo con sede en Bethesda, en las afueras de la ciudad de Washington, y que agrupa a más de 2.200 científicos de todo el mundo, pidió públicamente a Aguttes que no subastara la pieza que finalmente fue vendida a un millonario en París.
Los científicos alegaron que los restos vendidos correspondían a un ejemplar «importante desde el punto de vista científico», algo que propia casa de subastas ya sabía: en la información que dio sobre la subasta a los posibles compradores, Aguttes proclamaba que «este espectacular espécimen muestra inesperadas diferencias anatómicas en relación a otros grandes tetrápodos del Jurásico tardío, lo que abre una nueva línea de investigación aún más prometedora”.
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