Entre el humor y la reflexión
Edición Impresa | 1 de Julio de 2018 | 05:10

Alejandro Castañeda
afcastab@gmail.com
La Universidad de Utah, en Estados Unidos, instaló un armario para llorar en época de exámenes. Los bochados se pueden encerrar durante un máximo de 10 minutos y lagrimear a gusto. La instalación, creada por la estudiante de cerámica y escultura, Nemo Miller, ha provocado diversidad de opiniones en las redes. Hay quienes celebran la iniciativa como la llegada de un servicio más. Y quienes, por el contrario, consideran que es un espacio para gente débil y, sobre todo, creen que no es justo pagar para sollozar y dar pena.
El armario es fruto de un taller de carpintería en la que estudiante Nemo Miller trabajó con la ayuda de dos familiares, Tony Miller y David Meyer. Para poder entrar a este cubículo, cuyo interior está forrado de negro y lleno de animales de peluche, sólo hay que cumplir cinco reglas: tocar antes de ingresar, entrar de uno en uno, permanecer un máximo de 10 minutos de uso, apagar la luz antes de salir y compartir #cryclosetuofu en caso de publicar la experiencia en redes sociales (para que Miller pueda documentar el uso de la obra).
Es oportuna la idea de estos emprendedores de ofrecerle discreción y comodidad a la tristeza y al dolor. El mundo brinda a cada instante diversos motivos para andar puchereando. Aquí mismo, a más de uno/a no le habría venido nada mal encontrar ayer en pleno desconsuelo futbolero una morada cómoda y apropiada para descargar llantos y broncas. Un refugio, con peluche o sin peluche, que tras diez minutos de desahogo, te permita salir con ojos rojos, pero aliviado y listo para poder encarar nuevas derrotas, que por estos lados es lo que sobra.
Después del sacudón francés de ayer, habría hecho falta más de un refugio para recoger semejante desconsuelo. Por eso hay que encontrar pronto algún buen lugar para el sollozo reparador. Si las ciudades siempre tienen espacios para los festejos, la Municipalidad debería ir pensando en facilitar un sitio que sea la contracara de 7 y 50, un rincón accesible, de arquitectura afligida, capaz de atender las necesidades de un paisaje platense que va a necesitar más de un armario para recibir abatidos.
Temas, caídas y goleadas en contra, nos sobran. Ayer fue el fútbol, pero tenemos por delante el fixture implacable de una realidad que anuncia más partidos definitorios y amenazas de descensos. Al final, sin entrar hablar del dólar y sus adyacencias, la vida de cada uno, con matices, siempre ofrece argumentos para acudir a una encerrona solitaria que te incite al grito y al llanto. Estaría bueno que a partir de ahora las dependencias públicas, por ejemplo, donde sobran armarios y apesadumbrados, habiliten un cuartito oscuro para que empleados y usuarios se consuelen del tramiterío de rutinas, fotocopias y turnos. Y que bancos y comisarías también le hagan un lugarcito a la incontenible congoja ciudadana.
El padecimiento, en cualquiera de sus intensidades, siempre necesita desahogo y consuelo. Las lágrimas deportivas, es cierto, suelen ser más implacables cuando uno sólo espera la victoria y el festejo. Por eso insistimos: estas diagonales quejosas deberían ofrecer cómodos refugios lagrimeadores a tanto tristón sin pañuelo ni esperanza. Incluso tener una banda de llorones rentados que sepan dejar caer sus lágrimas en nombre de esos hinchas que no pueden o no saben cómo gestionar la decepción por este “Poco de (des)amor francés” que nos dejó sin nada.
Los muchachos de Utah que pusieron este servicio tenían en claro que en época de examen por allí se acumulan tristeza, frustración y bronca. Por eso planearon todo: primero probar con los estudiantes, pero después instalar armarios en paseos y avenidas oscuras, cosa que los desechados –en el amor, en el trabajo, en la salud o en el deporte- pueden tener a mano minutos y refugio para sollozar con ganas hasta la próxima caída.
Al final, quedamos afuera y todo llegó a treinta: el almanaque, el dólar, la inflación y los plazos fijos. ¿No les sobrará algún armario llorador a los muchachos de Utah?
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