Murió Daisy Krieger Vasena de Chopitea

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A los 94 años y tras dedicar buena parte de su vida a tareas solidarias, Daisy Krieger Vasena de Chopitea murió anteayer en su departamento de Palermo.

Entre 1993 y 2000 fue presidenta de la Cooperadora de Acción Social (COAS), y desde 2001 pasó a ser su vicepresidenta, cargo que mantuvo por unos años más. En los últimos tiempos estaba dedicada a disfrutar de su familia y mantener una activa vida social.

Sus seres queridos la definían ayer como “una mujer excepcional”, alguien a quien jamás nadie le oyó criticar a otra persona. “Siempre iba por el lado positivo hasta la exageración”, cuentan. Recuerdan que si escuchaba a alguien criticar a otra persona, lo retaba.

“Solidaridad, una palabra hoy en día muy enunciada, pero quizá no suficientemente practicada, que significa tomar conciencia del otro y de sus problemas, y descubrir que los otros podemos ser nosotros”, dijo en la apertura de la entrega del premio COAS Solidaridad, el 5 de mayo de 1999.

Se había graduado como profesora de Lenguas. Y era también una apasionada por los viajes, una melómana que concurría asiduamente al Teatro Colón y una gran lectora de biografías. Su hobby, precisamente, era leer libros de historia, y pasaba sus días leyendo los relatos de las vidas de diversas personalidades.

Una conducta y un estado físico impecable le permitió jugar al tenis hasta los 80 años. Le encantaba bailar y manejar, dos actividades que hacía muy bien, según recuerdan sus allegados.

Casada con Alfredo Miguel Chopitea, un conocido empresario y administrador de campos, tuvo una sola hija, Margarita Rosa Chopitea Krieger Vasena, quien está casada con el reconocido abogado Carlos Fontán Balestra. Tenía tres nietos, Ximena, Florencia y Santiago y bisnietos. Sus restos fueron inhumados ayer por la mañana en el Cementerio Memorial de Pilar.

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