España pone a prueba a la sorprendente Rusia, y los croatas apuestan a dejar en el camino a Dinamarca
Edición Impresa | 1 de Julio de 2018 | 07:38

España buscará regresar a la brillantez perdida en el Mundial 2018, una vez alejada la presión del grupo con planteamientos defensivos, rivales que la impulsaron a una pérdida de identidad pero no del liderazgo, que la sitúa en un camino sin grandes hasta la final, pero con Rusia como primer examen.
El partido de octavos de final se jugará hoy a partir de las 11, en el estadio Luzhniki y con el arbitraje del holandés Bjorn Kuipers.
La selección española encara el momento de demostrar el gen competitivo que la impulsó a dominar el mundo en cuatro años recientes de gloria. Con un recambio generacional pero con supervivientes de la ‘generación de oro’ para asesorar ante la exigencia. En la llegada del todo o nada, asoma Rusia como primer rival de un camino liberada de selecciones campeonas del mundo.
España no compite en un escenario similar desde la final de Johannesburgo, cuando un Andrés Iniesta que da sus últimas entregas de magia sobre el césped en Rusia 2018 sin librarse del debate, marcó el tanto para la eternidad.
Casi ocho años después regresa a los cruces de un Mundial con la necesidad de rememorar la imagen de una inmaculada fase de clasificación y la mostrada en los amistosos de enjundia que disputó. Siempre con un sello intocable, asociando los buenos resultados al mejor de los tratos al balón.
Un duelo sin precedentes en un Mundial pero con recuerdos que trasladan al inicio de la etapa dorada del fútbol español. Hace diez años hasta en dos ocasiones derrotó España a Rusia en la Eurocopa de Austria y Suiza. La última con goleada en semifinales cuando había saltado todas las barreras a sus miedos de cuartos en los penaltis ante Italia. Tiempo después, la anfitriona aparece como un equipo de pegada y verticalidad que aumenta su poder con el Luzhniki lleno y 81.500 espectadores creando un ambiente que será un extra.
croacia vs. dinamarca, el otro duelo de octavos
En el segundo partido de la jornada de octavos de final, Croacia y Dinamarca se encontrarán con el pesado recuerdo de la Copa del Mundo de Francia 1998, en la que ambas selecciones alcanzaron sus mejores registros históricos que quieren superar después de dos décadas de intentos.
El partido comenzará a las 15, en el Nizhny Novgorod, y será arbitrado por el argentino Néstor Pitana.
Aquel campeonato marcó el límite del éxito de ambos conjuntos en el torneo. Croacia, llegó a las semifinales y finalizó en la tercera posición después de ganarle a Holanda. Nunca más ha repetido ese éxito. Dinamarca, por su parte, alcanzó los cuartos y fue eliminada por Brasil, siendo éste su mejor registro de la historia.
Ahora, son otras generaciones las que intentan superarles para evitar la misma pregunta que, a algunos como Suker, le agota. El actual presidente de la federación croata, al inicio del Mundial, reconoció estar harto de las comparaciones con aquel equipo de 1998.
Por eso, la Croacia de Luka Modric, también cuestionada por el mismo tema de forma insistente, quiere superar a sus antecesores para zanjar de una vez por todas la cuestión. Y, primero, tiene que eliminar a Dinamarca para optar a enfrentarse en cuartos de final a España o a Rusia.
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