Por la reducción de frecuencias de micros las paradas desbordan y hay malestar de usuarios

Por estos días en todos los barrios de La Plata se escucha una queja en común: la frecuencia de los micros. Es que si habitualmente ese es el principal disparador de reclamos por parte de los usuarios, en el receso invernal el panorama se agrava por la reducción de frecuencias de colectivos en las empresas de transporte local.

Ayer, al recorrer las paradas, tanto las del centro platense como las de la periferia, se advertía la bronca de los pasajeros por lo que consideraban “excesivas demoras” de los micros, lo que se traducía en largas esperas para los usuarios y amontonamientos en las paradas. “Encima cuanto te subís al colectivo viajás apretada, porque casi no hay lugar de tan desbordados que llegan los micros”, se quejó María Ángeles, una vecina de la zona de diagonal 74 y 59.

Por estos días, según se estima oficialmente, la merma en las frecuencias ronda entre el 15 al 20 por ciento y aplica a las líneas bajo jurisdicción municipal (Norte, Sur, Este, Oeste, 508, 518, 520 y 561) como a las bonaerenses (202, 214, 273, 275, 307 y 338).

Mientras en el Centro los usuarios calculan que las esperas rondan los veinte minutos, y que en la periferia alcanzan incluso la media hora, lamentan que deben salir con mucha anticipación de sus hogares, recurrir a otros medios de transporte o tomarse dos colectivos. “Ni hablar de noche. Esperar una hora el micro es normal”, se quejó Mabel Suárez, usuaria habitual de la línea Norte.

Habitualmente en esta época del año en las empresas adecuan el esquema de servicios al personal que se toma vacaciones y a la disposición de las unidades. En las líneas de micros aseguran que la baja de la actividad hace caer el flujo de usuarios y por eso retiran colectivos de los circuitos de la región.

Si bien en las empresas de transporte de pasajeros aseguran que se mantienen en la calle casi la misma cantidad de micros “que de costumbre”, la sensación de los pasajeros es que la merma es mucho mayor.

Sucede que más allá de las escuelas cerradas, las obligaciones laborales siguen a la orden del día para la amplia mayoría de los vecinos y la escasez de frecuencias dispara múltiples quejas.

“Además te llevan como ganado. Hay personas mayores y los choferes frenan y aceleran de forma brusca. Cada tanto se ve alguna persona que se cae o apenas alcanza a sostenerse”, dijo Mauricio, un pasajero que esperaba para subirse a un micro Sur en una parada de 44 casi 4.

Un informe elaborado meses atrás por el concejal Gastón Crespo, en base a 200 reclamos de usuarios concluyó que la línea que más quejas recibió por la escasa cantidad de frecuencias en sus servicios fue la Sur con el 21,57%; seguida de la Oeste con 11,76%; la Este; la 273 con 9,31%; la empresa 307 con 8,82%; la Norte; y la 506 con 8,33%.

PIDEN POR UNA GARITA

Por otro lado, vecinos reclamaron por la reposición del refugio de una parada de colectivos de la línea Oeste que supo estar ubicado en la esquina 137 y 72 y que fue removido hace por lo menos seis meses en el marco de las obras viales realizadas ese sector de Los Hornos.

Desde entonces a la garita en cuestión se la ve derruida en un campo lindero y los usuarios reclamaron por la colocación de una nueva estructura debido a que “esa esquina es constantemente frecuentada por los pasajeros de la línea Oeste”.

En este sentido, remarcaron que “por esta parada pasan los micros que recorren los distintos hospitales de la Ciudad y muchas madres junto con sus hijos deben esperar el micro a la intemperie, bajo el sol o la lluvia”.

“Seguimos haciendo reclamos pero la garita sigue tirada a un costado de la avenida 137, no hubo respuestas, y los vecinos somos los más perjudicados por esta situación”, dijo Ricardo, vecino de la zona.