Se avecina una nueva huelga docente y se aleja la posibilidad de un acuerdo paritario
Edición Impresa | 25 de Julio de 2018 | 04:11

La pregunta ya circula en los distintos búnker sindicales y en pasillos de algunos ministerios del gobierno provincial: ¿habrá acuerdo paritario este año? La respuesta es el silencio. Y es que es tan grande la distancia que separa a los gremios docentes de la administración bonaerense, con agosto a la vuelta de la esquina, que los representantes de cada sector parecen hablar en distintos idiomas. En ese inédito contexto, los maestros decidirán mañana -si el Ejecutivo no los convoca nuevamente para esta semana- el no reinicio de las clases tras el receso invernal. ¿Hasta cuándo? Aún no se sabe.
Las entidades que integran el Frente de Unidad Docente Bonaerense (Feb, Sadop, Udocba, Amet y Suteba) no van a hablar de paro hasta mañana. Sucede que en el acta de la reunión paritaria del lunes, cuando el Gobierno les ofertó 15% de aumento de sueldo hasta julio -a cobrar a principios de agosto-, un 1,7% en concepto de material didáctico -una suma que no conforma salario- y volver a reunirse a fines del mes que viene, los paritarios gremiales dejaron un pedido expreso de que los convoquen “nuevamente para el jueves”, y los funcionarios quedaron en responder.
Esa es la versión oficial. La que “consta en actas”. Pero luego de finalizada la reunión, el titular del ministerio de Asuntos Públicos, Federico Luis Suárez, fue tajante: “(lo que ofrecimos) es lo que podemos dar, y no va a haber un nuevo llamado hasta fines de agosto”.
Así y todo, dirigentes docentes dijeron ayer a este diario que no hablarían de medidas de fuerza hasta tener la certeza de que no los llamarán esta semana.
EL DÍA consultó en la víspera en otros dos ministerios, y las respuestas fueron en línea con lo expresado el lunes a la noche por Suárez. Es decir, no habría otra convocatoria hasta fines de agosto y, por lo tanto, la huelga post vacaciones estaría cantada.
INCOMUNICADOS
La paritaria de este año, como se subrayó en ediciones anteriores, ya superó el récord del 2017 en cuanto a la demora en arribar a un acuerdo. El año pasado, gremios y gobierno pusieron la firma el 4 de julio al pie de un escrito que fijaba un incremento salarial del 21,5% y la aplicación de una cláusula de actualización automática del salario de acuerdo al índice oficial de inflación, más conocida como cláusula gatillo. La inflación anual cerró en 24,8%. Aparte, los docentes cobraron un 2,5% como compensación por la pérdida del poder adquisitivo durante 2016. Otros puntos del arreglo fueron que el gobierno se comprometió a no descontar las sumas que había pagado hasta entonces “a cuenta de futuros aumentos”, y la inclusión de un bono para los maestros en concepto de material didáctico.
Este año, la oferta de aumento salarial a los docentes nunca se movió de un 15%. Desde febrero en adelante, las mejoras que propuso la administración de María Eugenia Vidal tuvieron que ver con conceptos que, por “no conformar salario”, fueron rechazados uno a uno por los gremios. Primero, un premio por presentismo. Luego se le sumó un plus por capacitación fuera del horario escolar. Y finalmente una suma por material didáctico, único concepto extra salarial que se mantuvo en la propuesta presentada anteayer.
Los sindicatos, basándose en “todas las proyecciones inflacionarias para este año, incluso en las oficiales” -dicen-, reclaman un aumento del 30% y la aplicación de la cláusula gatillo. El Ejecutivo volvió el lunes a ofertar 15%, pero ahora hasta julio, más 1,7% de material didáctico y la promesa de reunirse nuevamente a fines de agosto. Un abismo entre ambas posturas. Y lo que es peor, hasta el diálogo informal está cortado, según pudo saber este medio.
¿POR QUÉ NO?
El lunes, el Frente de Unidad Docente rechazó un 15% a julio con la misma vehemencia con que descartó esa cifra hasta el 20 abril, día de la anterior reunión convocada por el Gobierno, cuando era para todo el año.
¿Por qué? “Primero queremos subrayar, una vez más, que hacía más de tres meses que no nos convocaban, y lo terminaron haciendo por una orden judicial”, expresó la secretaria general adjunta del Suteba, María Laura Torre. Y siguió: “Llegamos hasta esta instancia por ese fallo judicial, pero además con otro dictamen vigente que le dice al gobierno que debe aplicar la cláusula gatillo hasta que se firme un nuevo acuerdo paritario. Es decir que ayer (por el lunes), lo primero que nos tendrían que haber garantizado era el pago de un 16,3% como mínimo”, apuntó, en referencia a la inflación oficial medida hasta el 30 de junio pasado.
“Es decir que al ofrecernos 15% ya empezamos perdiendo. Pero además, ese 15 es hasta julio inclusive, o sea que se cobra a principios de agosto. Y luego nos reuniríamos nuevamente a fines de ese mes. Así, al 16,3% de inflación que hubo al 30 de junio habría que sumarle la de julio y la de agosto. En otras palabras, cuando volviésemos a reunirnos, siempre y cuando nos llamaran, estaríamos varios puntos debajo del IPC. De ningún modo, y eso lo venimos diciendo desde hace meses, vamos a firmar un acuerdo a la baja”, enfatizó Torre. Añadió que “a ello hay que añadir que nos descontarán las 4 sumas fijas que pagaron, cada una por única mes, en los últimos 4 meses. Y que se estima una inflación anual del 30% o superior”. Por último señaló que “en la reunión dejamos en claro que esto no es sólo una pelea salarial. Pedimos por infraestructura, los equipos de orientación, la reducción de horas en educación técnica, la flexibilización laboral en educación física, los comedores, los cierres de cursos, el boleto estudiantil para los terciarios. Hay mucha preocupación”, remató.
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