Más extraño que la ficción: una misteriosa estafadora tiene a Hollywood patas para arriba

Impersonó a grandes ejecutivas de la industria para extorsionar y robarle a numerosas víctimas. ¿Es parte de una mafia?

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Es una de esas historias de Hollywood que parecen sacadas de un guión. Una de esas historias más extrañas de la ficción, completa con engaños, miles de dólares e identidades robadas: durante más de un año, algunas de las mujeres más poderosas de Hollywood -como la ex presidenta de Sony Pictures Amy Pascal; la productora de Lucasfilm Kathleen Kennedy; o la CEO de Twentieth Century Fox Stacey Snider- han sido suplantadas por una estafadora que contactaba con trabajadores de la industria ofreciéndoles trabajo para luego defraudar miles de dólares.

La historia fue revelada por The Hollywood Reporter, que llevó a cabo una investigación en la que ha reunido testimonios de varias víctimas de la reina de la estafa que está sacudiendo la meca del cine. Las historias son tristes, pero espectaculares. Uno de los afectados, por ejemplo fue un fotógrafo freelance, quien a finales de 2017 recibió un correo electrónico. La remitente decía ser Amy Pascal, y le ofrecía viajar a Indonesia para un emocionante proyecto. Al día siguiente discutieron la oferta por teléfono, y aceptó.

Pero la aventura, si bien lo llevó a Indonesia, también lo llevó a perder miles de dólares. El proyecto debía mudarlo durante una semana a Indonesia, donde tomaría fotos de paisajes y templos para un storyboard que luego se ofrecería a posibles compradores. El fotógrafo debía hacerse cargo de los costes por adelantado, que luego le serían reembolsados y, días después, ya estaba en un avión rumbo a Yakarta. Seis meses después y tras perder 65.000 dólares, el fotógrafo se percató que la persona con la que había hablado no era Pascal, sino una impostora.

Pascal es una de las ejecutivas más importantes de Hollywood, y en su cartera maneja proyectos de esos que marean y desesperan a cualquiera, volviéndo a las víctimas susceptibles de ser engañadas debido a la magnitud de un proyecto y al deseo de ser parte.

¿El próximo Harrison Ford?

Algo así le ocurrió al actor Rudy Reyes, víctima de la mujer que, en esta ocasión, se hizo pasar por Kathleen Kennedy, cabeza de Lucasfilms, el emporio cinematográfico de Disney que maneja los productos ligados a “Star Wars” e “Indiana Jones”. Rudy trabajó en series como “Generation Kill”, de HBO, así que no se trataba de un novato: el intérprete habló por teléfono con una mujer que se hizo pasar por Kennedy, quien le ofreció un papel en, nada menos, “Indiana Jones 5”. Y Reyes, obnubilado, cayó en la trampa.

El agente de Reyes, Adam Handelsman, explicó en un email a The Hollywood Reporter cómo fue la conversación, y reveló visos aún más oscuros que la trama económica de las estafas. “Los primeros 30 minutos de la conversación fueron extremadamente profesionales. Luego comenzó a ser extremadamente sexual. Dijo que su esposo Frank Marshall nunca estaba presente, y que Rudy podría quedarse en su casa de Los Feliz. Le dijo a Rudy que el papel era suyo, pero preguntaba una y otra vez ‘¿qué iba a hacer por ella?’. Fue explícita en su petición”, contó el representante.

¿Qué hizo Rudy? Según su agente, “dijo varias veces que no. Ella aseguró que había lanzado la carrera de Harrison Ford y Tom Cruise y que lo convertiría en una estrella. Iba en contra de su moral, su espíritu de lucha, lo único que quería era trabajar. Rechazó completamente todas sus proposiciones sexuales. Ella colgó”, explica Handelsman. Pero la trama continuó: pocas horas después un hombre llamó al actor haciéndose pasar por productor y, tras asegurarle que había grabado la llamada, le reclamó una cantidad de dinero si no quería ser denunciado.

IDENTIDAD MISTERIOSA

La publicación estadounidense mostró además dos grabaciones de audio en las que la estafadora habla con dos maquilladores de Reino Unido a finales de 2015 y principios de 2016. En una de ellas, adopta un acento estadounidense y reprende a su interlocutor por haber perdido un vuelo. En la segunda, esta vez con acento británico, habla con una estilista que ya había viajado a Indonesia. “Lo que me gustaría saber es dónde está nuestro dinero y por qué no has estado en contacto con nosotros”, se queja la víctima.

Pero aunque los investigadores conocen la voz de la estafadora, su identidad es un misterio: barajan la hipótesis de que podría ser asiática en base a algunos detalles de su acento y, debido a que las primeras víctimas fueron maquilladores, los investigadores creen que podría ser una ex maquilladora con experiencia en Hollywood.

Tampoco descartan, claro, que la mujer forme parte de un entramado organizado, una mafia que busca aprovecharse de las ilusiones de tantos aspirantes a la fama que pululan en busca de una oportunidad alrededor de la industria.

Y, por supuesto, todos saben que la historia no tardará en convertirse en una película...

 

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