La lluvia eterna y los barrios convertidos en chiqueros

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Las quejas de los vecinos de la periferia se hacen cada vez más notorias cuando, como en la semana que finaliza, la lluvia no da respiro. Calles convertidas en barriales e inundadas, falta de servicios mínimos y débiles signos de ayuda o de voluntad de revertir la situación, parecen ser la moneda común. Castigados por difíciles situaciones socio económicas, además se los condena a vivir en lo que mucho se asemeja a un chiquero.

 

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