¿Choque de populistas o la hora de los redentores?
Edición Impresa | 4 de Julio de 2018 | 01:04

Por ALINA DIESTE
AFP
WASHINGTON
Ambos prometieron sacudir a las élites políticas y poner a su país primero. ¿Chocará el populismo del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, con el del mandatario derechista de EE UU, Donald Trump? ¿O será una oportunidad de redención para los países?
El arrollador triunfo de López Obrador el domingo, con más del 53% de los votos, supone una ruptura con el sistema político de México y abre un signo de interrogación sobre el crucial vínculo con el vecino del norte, su principal socio comercial y hogar de 35 millones de mexicanos.
Tras meses de tumultuosos lazos bilaterales -con Trump insistiendo en levantar un muro fronterizo y manteniendo una posición dura en temas migratorios, comerciales y de seguridad, y AMLO, como todos llaman al político mexicano, prometiendo “poner (a Trump) en su lugar”-, ambos señalaron en las últimas horas su intención de desarrollar una buena relación.
El asesor de seguridad nacional de Trump, el “halcón” John Bolton, dijo incluso que su jefe espera “ansioso” un encuentro con AMLO y que éste podría ser muy productivo. “Tener a los dos líderes reunidos puede generar algunos resultados sorprendentes”, señaló.
Más allá de promisorias especulaciones, analistas señalaron algunas variables a tener en cuenta.
AMLO, de 64 años, llega a la presidencia en su tercer intento y con una agenda de “cambio radical”, pero se espera que su gestión sea más moderada que su acalorada retórica electoral. “Gobernará más como Lula da Silva en Brasil que como Hugo Chávez en Venezuela”, dijo el economista y politólogo Mark Rosenberg, de la consultora GeoQuant.
Aunque con pasado distinto, AMLO, ex alcalde de Ciudad de México, tiene mucho en común con Trump, el magnate inmobiliario de 72 años.
“Ambos son nacionalistas que se sienten redentores que deben combatir un ‘establishment’ corrupto e ineficiente y poner la agenda de su país primero. Esto podría hacer que Trump vea en AMLO un alma gemela, y se genere un espacio de entendimiento, aunque la posibilidad de conflicto es alta”, opinó Juan Carlos Hidalgo, del Instituto Cato. “Son populistas y los populistas necesitan enemigos para sobrevivir políticamente”, apuntó.
En cuanto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés), AMLO ha dicho que quiere mantenerlo, así como la cooperación en asuntos de seguridad. El tema más sensible y volátil es el de la inmigración, que podría aumentar las tensiones.
El NAFTA, vigente entre EE UU, México y Canadá desde 1994, se renegocia desde agosto pasado a pedido de Trump, que lo considera perjudicial para los intereses estadounidense. Los expertos estiman que las motivaciones proteccionistas mutuas pueden volver más difíciles las conversaciones para renovar el NAFTA.
Por otra parte, Washington insiste en “la restauración de la democracia” en Venezuela como tema prioritario en la región. México ha jugado un papel clave hasta ahora en ese sentido, liderando el Grupo de Lima, un bloque de países críticos con el gobierno de Nicolás Maduro. Y se espera que AMLO, en cambio, adopte una política de no intervención en asuntos de otros países.
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