Frente a Huracán, en Patricios, River no la embocó ni de penal

La grilla dominical de la Superliga se completó anoche en Parque de los Patricios, con River-Huracán, y aquí lo primero que llamó la atención fue el mal estado del terreno de juego.

Lejos de la imagen esperada se presentó el piso de la cancha del Tomás A. Ducó, y por lo que se explicó, los encargados de trabajar en el césped no encontraron la forma de recuperarlo tras un recital de rock que se remonta a 2017.

En lo que tuvo que ver con el juego, mejor River hasta que a los 15 minutos dispuso de un penal, por mano de Juan Fernando Garro, que Gonzalo Martínez tiró alto.

Antes, Ignacio Scocco perdió un mano a mano con el arquero, y después, con el final del primer tiempo a la vista, Marcos Díaz le sacó al propio Nacho un tiro libre que se le metía en un ángulo, y en tiempo de descuento, el árbitro le anuló un gol (de Diego Mendoza) a Huracán por discutida falta anterior (de Lucas Gamba) sobre Franco Armani.

El campo de juego terminó siendo un obstáculo extra, para los dos, ya que la pelota verdaderamente saltaba cuando era trasladada al pie, y sumado a limitaciones propias, el partido terminó de perder altura en la segunda parte.

River no llegó con posibilidades ciertas hasta el arco de enfrente, ni siquiera en jugadas de pelota parada; mientras que Huracán, con la pelota más tiempo en su poder, al menos tuvo aproximaciones. Y la más profunda ocurrió cuando Bogado le pegó de afuera, Armani tapó abajo y la pelota se levantó hasta golpear en el travesaño.

El mal juego, compartido, y las equivocaciones, desembocaron en un lógico empate, que para los Millonarios tuvo puntos en común con el 0 a 0 con Racing por la Copa Libertadores.