Crece preocupación en Los Hornos por nuevos casos de perros envenenados
Edición Impresa | 14 de Agosto de 2018 | 02:33

En Los Hornos regresó la preocupación vecinal por el envenenamiento de perros. En la última semana hubo dos casos más y se suman a los que ocurrieron meses atrás. Al parecer, la muerte de las mascotas habrían sido provocados por el presunto uso de estricnina.
En mayo pasado, en calle 79 entre 135 y 136, hubo una docena de casos que puso en alarma al barrio.
Mirta, vecina de 78 entre 135 y 136, apuntó que aparecieron dos casos más y temen que ocurra un inconveniente serio por el uso de veneno, ya que “hay muchos chicos en el barrio”.
Los vecinos piden otra vez la urgente intervención de las autoridades municipales.
Esta vez se trató de un caniche y un perrito callejero, apuntaron en el barrio, que está a pocas cuadras del cementerio municipal.
Apuntan en el barrio que las mascotas aparecieron “con espuma en la boca. Cuando los llevaron al veterinario les dijeron que habrían sido envenenados y no los pudieron salvar”, dijo otra vecina que dialogó con este diario.
Según comentaron en la zona, “los perros que murieron sólo salían un ratito al día para hacer pis”.
Estaban en una casa donde hay dos nenas que terminaron llorando desconsoladamente al ver semejante cuadro de situación, contaron en la zona.
“Queremos saber qué problema tienen con los perros. Estas mascotas no molestaban a nadie. Conozco el barrio y se que hay muchos chicos y la mayoría de la gente quiere a los perros. No sospechamos de nadie, pero habrá que realizar una investigación”, resaltó una mujer que vive en la cuadra donde aparecieron las mascotas muertas.
“Tenemos miedo que empiecen otra vez con estas prácticas tremendas que generan susto y bronca en las familias de la zona”, indicó Mirta.
En mayo pasado, en poco más de una semana aparecieron 12 mascotas muertas. Los vecinos se movilizaron para pedir medidas urgentes por parte de la Municipalidad para ponerle freno a la muerte de tantos perros.
Todos recuerdan a Blanquita, que fue una de las primeras perras en caer, estaba adentro de su casa y, de acuerdo a lo que vio su dueña al descubrir su cuerpo el domingo por la mañana, comió algo lo suficientemente tóxico como para voltearla sin que pudiera refugiarse en la vivienda.
En el barrio se comunicaron con la policía y con la Municipalidad para denunciar el hecho, pero no lograron que alguien del área de Zoonosis la atendiera.
En el barrio aún se mantiene la costumbre de que los chicos jueguen un rato en la vereda o se crucen a un terreno baldío para compartir algún picadito de fútbol, por eso mas allá de la angustia por la pérdida de los animales, entre las familias hay miedo de que los niños tomen contacto con algún veneno.
El común denominador de la agonía fue la pérdida de movilidad de los animales, las convulsiones y la aparición de una baba blanca que los veterinarios consultados interpretaron como respuesta al consumo de una sustancia tóxica.
Más testimonios en el noticiero de Imagen Platense
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