Con casi ninguna chance, inscriben a Lula como candidato presidencial en Brasil

Lo más probable es que el Tribunal Electoral, que tiene hasta el 17 de septiembre para definirse, desestime su postulación por estar condenado en segunda instancia

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BRASILIA

El Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) volcó ayer todo su peso en la balanza con manifestaciones y una campaña de prensa, en vísperas de la inscripción de la candidatura de su encarcelado líder, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (72), para las elecciones generales del 7 de octubre.

Tres columnas de un millar de personas cada una llegaron por la mañana a Brasilia, en la llamada “Marcha Nacional Lula Libre”, que partió el sábado desde tres localidades a unos 50 km de la capital, para pedir que el líder de la izquierda, que desde abril purga una pena de 12 años de cárcel por corrupción, pueda participar en la contienda electoral igual que los otros doce candidatos.

Hoy se dirigirán hacia el Tribunal Superior Electoral (TSE), donde miembros del PT, entre ellos el compañero de fórmula escogido por Lula, el ex alcalde de San Pablo, Fernando Haddad, inscribirán su candidatura, en el último día del plazo legal.

Lula, que gobernó Brasil entre 2003 y 2010, es el favorito en las encuestas, con casi un tercio de las intenciones de voto (casi el doble que cualquier otro candidato). Pero su candidatura será con toda probabilidad invalidada, según juristas, dado que la Ley de Ficha Limpia, promulgada bajo su gobierno, excluye de la carrera electoral a quienes hayan sido condenados en segunda instancia, como es su caso.

El ex mandatario fue condenado por beneficiarse con un lujoso departamento en el balneario paulista de Guarujá que recibió de la constructora OAS a cambio de obtener su mediación en contratos con la estatal Petrobras. Lula enfrenta otros cinco procesos, pero se declara inocente en todos y denuncia una persecución político-judicial para impedirle volver al poder.

Impedido también por la justicia para participar en los debates electorales televisivos, el ex mandatario busca hacer llegar su mensaje a través de otros medios.

En una columna publicada ayer en The New York Times, Lula volvió a denunciar que su detención en un penal de Curitiba (sur del país) es la “fase más reciente de un golpe de Estado en cámara lenta diseñado según él para marginar de forma permanente a las fuerzas progresistas de Brasil”.

El TSE, que tiene como máximo hasta el 17 de septiembre para juzgar la candidatura de Lula, tardará unos días, o tal vez semanas, en decidir. Si la candidatura de Lula es efectivamente impugnada, el PT tendría entonces poco tiempo para hacer campaña por Haddad, que probablemente lo reemplazará. (AFP)

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