El candidato de ultraderecha quiere sacar a Brasil de la ONU

“Ese organismo no sirve para nada y es una reunión de comunistas” le dijo a la prensa ayer luego de que un comité pidiera que se permita la postulación de Lula

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RÍO DE JANEIRO

Jair Bolsonaro, candidato ultraderechista a la presidencia de Brasil, aseguró ayer que si gana las elecciones del próximo octubre sacará al país de las Naciones Unidas al considerar al organismo “una reunión de comunistas”.

“Si soy presidente, salgo de la ONU. No sirve para nada esa institución”, afirmó Bolsonaro en declaraciones al diario Folha de Sao Paulo tras participar en un ceremonia militar en Resende, un municipio del estado de Río de Janeiro.

El ex capitán del Ejército y candidato por el Partido Social Liberal (PSL) dijo al citado medio que la ONU es un “local de reunión de comunistas” y de gente que no tiene el menor compromiso con Sudamérica”.

DEBATE POR LULA

Los comentarios de Bolsonaro surgieron a partir de cuestionarle sobre la decisión del Comité de Derechos Humanos de la ONU, que pidió amplias garantías para la candidatura presidencial del ex mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, preso por corrupción.

En su cuenta oficial de Twitter, Bolsonaro reforzó su postura y escribió que “ya habría sacado a Brasil” de la ONU, “no solo por posicionarse contra Israel, sino por siempre estar al lado de todo lo que no sirve”.

“Este actual apoyo a un corrupto condenado y preso es solo un ejemplo más de nuestra posición”, completó, en alusión a Lula, quien cumple desde abril pasado una pena de doce años por corrupción y lavado de dinero.

De acuerdo con las últimas encuestas, Bolsonaro es favorito por un escaso margen y lidera las intenciones de voto con un 17 %, por delante de la ecologista Marina Silva (13 %), el laborista Ciro Gomes (8 %) y del socialdemócrata Geraldo Alckmin (6 %). Eso en un escenario sin Luiz Inácio Lula da Silva, virtualmente inhabilitado tras ser condenado en segunda instancia, pues el expresidente, cuando es incluido en los sondeos, aparece en primer lugar con una notable ventaja sobre el resto de candidatos.

Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar que imperó en Brasil entre 1964 y 1985, y con un largo historial de declaraciones machistas, homofóbicas y racistas, ha prometido en estos primeros días de campaña electoral “disciplina” y “orden” a través de la militarización de las escuelas o la liberación de armas.

El viernes, en el segundo debate televisivo entre los candidatos a la Presidencia coincidieron en la necesidad de combatir la corrupción y el desempleo, cambiar el sistema político y acabar con los privilegios durante un encuentro donde el gran ausente volvió a ser el Lula. (EFE y AFP)

 

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