San Carlos supo cambiar a tiempo para poder regalarse una alegría

Tras un arraque con muchas dudas, modificó su postura en la segunda mitad y terminó ganando un partido difícil ante Sportivo Barracas

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Por LEANDRO DUBA
lduba@eldia.com

Siempre es importante arrancar un nuevo campeonato con victoria, por todo lo que eso significa. Si no se pudo plasmar en el campo de juego todo lo que se planificó durante los amistosos, tal vez ahora no tenga demasiada trascendencia, porque el objetivo era sacarse de encima la pesada mochila del debut. Para lo demás, habrá tiempo.

En apenas tres meses, San Carlos padeció un enorme recambio de apellidos para poder encarar la temporada de la Primera C. Jugadores nuevos, que deben adaptarse al proyecto de trabajo, y un cuerpo técnico, encabezado por Miguel Angel Restelli, que también empieza a dar sus primeros pasos y que necesita un tiempo lógico de adaptación.

Ante todos esos cambios, pero con la ilusión de marcar una tendencia en la competencia que acaba de comenzar, el Celeste tuvo un “bautismo de fuego” con éxito. Por cómo se había dado el desarrollo del partido, lo terminó ganando (2-1) con esfuerzo y autoridad, gracias a los goles de Matías Brianese y Alexis Alegre, ambos en la parte complementaria.

UN PRIMER TIEMPO PARA OLVIDAR

San Carlos hizo un primer tiempo muy flojo, permitiéndole que Sportivo Barracas lo superara en casi todas sus líneas.

La clave del predominio visitante estuvo en la velocidad y en los cambios de ritmo. Allí, el Arrabalero supo manejar el partido a voluntad, gracias al trabajo de Brian Ceballos por izquierda, y al ida y vuelta permanente de Federico Abruzzi.

El Celeste fue un manojo de desconcierto e imprecisiones.

La primera llegada clara de la visita fue a los 3 minutos, con un zurdazo de José Cesarini, que Nicolás Tauber la envió al córner con un manotazo.

Después, a los 18, una aparición de Federico Abruzzi por la derecha volvió a poner en alerta a la defensa “villera”, que sufrió casi siempre por los laterales, y por las proyecciones sorpresivas de Juan Bravo y Fernando Biela.

Lo único rescatable del Celeste hasta ese momento fue la entrega de Gonzalo Raverta y algunas cositas de Alexis Alegre.

Y a los 36, llegó el gol del Arrabalero. Centro desde la derecha de Abruzzi para la aparición de Bravo, quien tocó al gol ante el achique de Nicolás Tauber.

En la parte final, hubo lavado de cabeza en el vestuario por parte de Miguel Restelli. Porque San Carlos salió decidido y con otra determinación.

Ajustó las marcas, se adelantó algunos metros, y comenzaron a aparecer algunas individualidades, como las de Avalo Piedrabuena, Matías Brianese y Alexis Alegre.

A los 3, las cosas se nivelaron con una definición de Brianese, tras un centro desde la derecha. Y a los 18, Alegre aprovechó un error defensivo para dar vuelta la historia.

El Celeste supo cambiar a tiempo, y a pesar de haber sufrido en los últimos minutos, el triunfo llegó por decantación.

 

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