Una nueva corrida generaría dudas sobre la capacidad del Gobierno para frenar al dólar
Edición Impresa | 27 de Agosto de 2018 | 02:11

Economistas e inversores no ocultaron en la ultimas horas una creciente inquietud por la nueva suba del dólar que la semana pasada aumentó $1,05 y cerró a $31,47, terminando con una relativa calma de las semanas anteriores, pero que se quebró definitivamente a partir del martes de la semana anterior.
Efectivamente, con la vuelta a la actividad después del fin de semana largo, el martes pasado, el dólar comenzó a reacomodarse en alza, en coincidencia con la evaluación de la implementación de la política oficial de desarmar las posiciones en Lebac y que significó volcar al mercado nada menos que 335.600 pesos, de los cuales 213.240 fueron esterilizados con las nuevas medidas, como ser la suba de los encajes bancarios y la obligatoriedad de los bancos a adquirir una nueva letra remunerada por el gobierno: la Leliq a siete días de plazo y a una tasa del 45% anual.
Sin embargo, en la práctica, la decisión del Banco Central implicó la liberación de unos 125.100 millones de pesos, que los inversores no institucionales tenían en Lebac y ahora volcaron a nuevas inversiones, como ser otros títulos, acciones o directamente se fueron al dólar, como era de esperarse.
Esto significó que a lo largo de la semana comenzara a crecer la presión sobre el valor de la divisa estadounidense por parte de inversores que quieren salir de las colocaciones en moneda nacional y abandonar directamente el carry trade, el canje de dólares a títulos públicos, que se convirtió en una magnífica inversión para operadores extranjeros, pero que ahora terminó arrojando pérdidas para los que decidieron tardíamente abandonar las colocaciones en pesos en Lebac.
MUCHAS DUDAS
Algunos economistas vieron en la disparada del dólar en especial de jueves y viernes y la falta de intervención del Banco Central como un límite preciso que encontró la autoridad monetaria para enfrentar una nueva corrida de los inversores.
Según destaca el Cronista Comercial en su portal, los economistas Luis Secco y Marina Dal Poggetto coincidieron en que esta situación generó desconfianza.
Dal Poggetto directora ejecutiva de la consultora Eco Go señaló que “el mercado interpretó que no había capacidad de intervención y eso potenció la corrida hacia el dólar”,
Por su arte, Luis Secco destacó que “es muy probable que en lo sucesivo el dólar acompañe el incremento de la inflación y sumó a los factores de inestabilidad, la fuerte devaluación del real brasileño.
Un factor más de inquietud lo aporto el ex secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, quien estimó que la inflación de este año se ubicará entre 34 y 346 por ciento, por encima del 32 por ciento pautado como máximo en el acuerdo stand by con el Fondo Monetario.
Hay coincidencia también entre los economistas, que los cuadernos de la corrupción sumó un ingrediente adicional a la inestabilidad cambiaria.
Mientras tanto, desde el Gobierno se busca convencer a los inversores que la situación no es tan compleja como se está evaluando en las últimas semanas y de la mano de interpretaciones como las de Daniel Artana, de FIEL señalan que prácticamente el Gobierno tiene los recursos necesarios para cubrir los vencimientos de este año y disponibilidad de dólares para hacer frente a una eventual corrida.
Claro que lo que desvela a los grandes inversores no es precisamente la foto del 2018, sino la película del año próximo. En concreto, dudan acerca de la posibilidad de cumplir con el 1,3% de déficit fiscal pautado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Y basan sus dudas en los efectos políticos que tendría en un año electoral la magnitud del ajuste que debería implementarse para alcanzar esa meta.
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