El Retiro, entre el temor y la incertidumbre por una usurpación que se extiende
Edición Impresa | 4 de Agosto de 2018 | 02:31

“Nos sentimos rehenes en nuestras propias casas”, coincidían ayer los vecinos de un sector de El Retiro, el barrio situado en el sudoeste platense que desde hace tres días está sumido en la angustia y la incertidumbre por una usurpación de terrenos fiscales que no deja de crecer.
Sin custodia policial, en los alrededores del predio -comprendido, a grandes rasgos, entre las calles 46, 52, 155 y 158-, abundan los rumores acerca de detonaciones en la noche, corridas, transacciones turbias y amenazas ante las que no es indiferente ninguno de los históricos habitantes de la zona.
De acuerdo con los relatos que se recogen en un barrio en el que pocos se atreven a dar la cara por miedo a represalias, la ocupación empezó el miércoles con un grupo de jóvenes que desembarcó paulatinamente en las tierras que estaban destinados a la construcción de un complejo de viviendas, proyecto que quedó trunco.
“Se hicieron las denuncias, pero todo sigue igual. No hay custodia y siguen llegando ocupantes”, describió un vecino, preocupado por la incipiente formación de un asentamiento, algo que, según dijo, “nadie quiere en el barrio”.
Otro de los frentistas comentó que pasaron una noche para el olvido: “Andan a los tiros, no se puede dormir y casi nadie se anima a salir porque hay un movimiento inusual en el barrio”, comentó otro vecino.
Como anticipó EL DIA, los ocupantes avanzan con un “loteo” fulminante, desmalezando a fuerza de quema y machete mientras llegan mujeres y niños a instalarse. Pero los vecinos denuncian que la violencia crece a la misma velocidad que la ocupación: “Las peleas y corridas son interminables. Creemos que se enfrentan por las tierras. Lamentablemente hay locales de la zona que les venden alcohol, lo que agrava el panorama”, relató una vecina que prefirió reservar su nombre.
Por estas horas en la comuna esperan que actúe la Justicia para se desaloje el predio y se restituyan las tierras, después de que funcionarios del área de Seguridad y Justicia presentaron una denuncia, que se tramita en la Fiscalía Nº8.
compleja trama
Situados en la “triple frontera” entre Olmos, Los Hornos y San Carlos, los terrenos en disputa tienen una larga y compleja historia de cesiones interjurisdiccionales, destinos truncos y promesas incumplidas.
Como ya contó este diario, en las últimas dos décadas, además de acumular centenares de esqueletos de autos interdictos por la Justicia, chatarra y roedores, el predio pasó por muchas manos. Originalmente perteneciente al Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense -que tiene varias hectáreas en la zona-, en 1999 se celebró un convenio que autorizó a la Comuna a usarlo como depósito de materiales y máquinas.
Diez años después, el municipio aceptó “las tierras donadas por la Provincia de Buenos Aires, entre las calles 46 a 52 y de 155 a 156”, para afectarlas “al Programa Federal de Viviendas”.
A mediados de 2015, el entonces intendente Pablo Bruera anunció la creación en el lugar del “Parque del Oeste”, luego de retirar miles de carrocerías abandonadas. Pero luego suscribió un convenio con la seccional platense de la UOCRA -posteriormente refrendado en el Concejo por la ordenanza 11.302- por el que cedió al Instituto de la Vivienda bonaerense una fracción en el mismo lugar, con condición de que se destinara a 132 viviendas para afiliados a ese sindicato.
En el municipio creen ahora que esa ordenanza “desvirtuó los fines asignados al predio”.
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