En el primer tramo, Gimnasia se mostró como un equipo todavía en formación

Los resultados, y más aún el fútbol desplegado en las primeras cuatro fechas, no alcanzaron para calificarlo

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Este paréntesis que se abre en el campeonato oficial de Primera, la Superliga, con motivo de la reaparición del seleccionado nacional, reactualizada a partir de la designación transitoria de Lionel Scaloni como entrenador, permite intentar un primer balance, y en lo que tiene que ver con Gimnasia, las primeras cuatro fechas han mostrado un equipo de pocas luces.

El debut ante Argentinos, a pesar del triunfo por la mínima diferencia, no alcanzó para que el reconocimiento fuera unánime ya que la distancia sobre el rival prácticamente no se dejó ver a nivel juego, y esos interrogantes que dejó planteado en el Bosque ganaron espacios en los dos partidos siguientes, por las fechas dos y tres.

Perdió en cancha de Banfield, en un cruce que si bien tuvo matices cambiantes, mostró al Lobo un escalón abajo en lo que relacionado con el ataque, y de vuelta en el estadio de 60 y 118, el conjunto albiazul perdió pie en el segundo tiempo y cayó frente a un Talleres que le terminó marcando condiciones.

Las luces de alarma que aparecieron en el comando de Pedro Troglio empujaron a una renovación que determinó la salida del paraguayo Víctor Ayala, uno de los refuerzos más significativos en la previa de la presente temporada, junto a Santiago Rosales, otra incorporación realizada con ánimo de asegurar un salto de calidad, y Lorenzo Faravelli, el volante de buen pie que no termina de afirmarse.

El viaje a Tucumán, para visitar a San Martín en la cuarta fecha, dejó como saldo sensaciones diferentes según el criterio de los analistas. El empate con goles convertidos en el tramo final, sacudiendo el trámite de un partido que no terminó de levantar vuelo, dejaron en el Mundo Gimnasia un sabor amargo, aunque lo que tiene que ver con el juego, tampoco convenció.

El Lobo, está claro, juega un torneo aparte con el propio San Martín de Tucumán, Tigre, Patronato de Paraná, San Martín de San Juan, Belgrano, Atlético Tucumán, Vélez y Newell’s, con el propósito de asegurar la permanencia de Primera evitando quedar entre los últimos cuatro de la tabla de promedios.

Ahora, cuando se reanude la competencia, contra Patronato, de nuevo en calidad de visitante, jugará otra verdadera final, un partido “de seis puntos”, como el del lunes que pasó, y tendrá que dejar ver progresos, tanto en lo individual, con la recuperación de esos refuerzos que todavía no se afirmaron, como a nivel equipo, transmitiendo algo más que un gran espíritu de lucha.

Después de jugar en Paraná, el conjunto Tripero recibirá a Central, visitará a Unión de Santa Fe y regresará al Bosque frente a Godoy Cruz de Mendoza, en otro segmento de la competencia que tendrá una exigencia de las mismas características que la anterior, aunque necesidades mayores a pesar de que la realidad del Lobo siempre estará directamente vinculada con los resultados de ese grupo de clubes que se mueve también en un terreno peligroso.

La Copa Argentina es el otro frente que debe atender Gimnasia, y en este caso los sucesivos triunfos logrados contra Sportivo Belgrano de Córdoba y Olimpo de Bahía Blanca, que lo depositaron en octavos de final, expusieron un cuadro más alentador, pues a pesar de tener delante equipos de condiciones inferiores por la categoría en la que se mueven, el juego desplegado por los Triperos resultó más sólido.

El fin de semana libre permitirá entonces un análisis más profundo en el Lobo, tras cuatro fechas en las que mostró que todavía es un equipo en formación.

 

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