Discusión, amenazas y asalto en una noche de furia que dejó a un policía en la mira
Edición Impresa | 11 de Septiembre de 2018 | 01:27

Un efectivo de la Policía Local, que estaba asignado a tareas de prevención fue detenido y apartado de la fuerza ayer, luego de protagonizar un serio incidente en un complejo de departamentos situado en Gambier, durante el cual habría intentado robar en una esas viviendas y también habría amenazado con su arma reglamentaria a tres personas.
Todo ocurrió durante la madrugada. Según un informe policial, cuando efectivos de la fuerza se presentaron en una vivienda situada en 132 entre 46 y 47, a raíz de un pedido de auxilio realizado a través del 911 encontraron, dentro de otra casa, a un joven con un chaleco antibalas de la Policía, armado y disponiendo una computadora para llevarse.
El presunto ladrón, identificado como M. E. O. de 39 años, fue reducido e identificado. En pocas horas, el área de Asuntos Internos del Ministerio de Seguridad lo desafectó de la fuerza. La actuación policial quedó caratulada como de intento de robo calificado y el acusado, fue trasladado a la comisaría de La Unión, en calidad de detenido.
Las actuaciones llegaron a la fiscalía en turno (UFI Nº 17), a cargo de la fiscal María Eugenia Di Lorenzo, quien puso en marcha una investigación que para media tarde ya había entregado algunos datos ilustrativos sobre un episodio más complejo y que pondría en cuestión la salud mental del acusado.
La reconstrucción
Según indicó una fuente vinculada con la investigación, de las declaraciones de las víctimas ante la Fiscalía comenzó a elaborarse una reconstrucción de los hechos en la que el detenido había iniciado la noche en el departamento de un amigo, luego tocó la puerta de otro y finalmente se cruzó con el propietario de una tercera vivienda, quien intentó ahuyentarlo con una pala en la mano. Ahí, el policía ahora separado de su tarea habría desenfundado su arma para amenazar a los tres habitantes del complejo.
Todo habría empezado con una discusión por la señal de Internet y una supuesta maniobra para tomar información de un teléfono. “Por lo que pudimos ver hasta ahora, estaba con el amigo y comenzaron a discutir. El policía detenido le recriminó que le estaba chupando información de su teléfono. Se pelearon y se fue a la casa del vecino, quien tenía la clave de Internet que usaban para navegar en sus teléfonos”, relató un investigador judicial.
La discusión había alertado al vecindario. El acusado habría cargado a patadas contra la casa del “dueño” de la clave de Internet y no bien se cruzaron ya había aparecido el tercer vecino, armado con una pala.
Siempre según la reconstrucción, el hombre ahora acusado los habría amenazado con su arma reglamentaria, una Bersa Thunder PRO. Ante la huida de los tres habría ingresado a la vivienda y tomado una computadora más algunos discos de juegos de consola. Ahí terminó todo.
Una vez que la fiscal escuchó todos los relatos de víctimas y testigos, comenzó a elaborar una hipótesis para la investigación que excede el marco del robo y plantea la posibilidad de que el efectivo haya sufrido alguna alteración mental. Por eso, solicitó una pericia psiquiátrica. Una fuente policial consultada no descartó la posibilidad de que su conducta derivara del consumo de alguna sustancia estupefaciente.
Desde la UFI 17 se indicó que no se hallaron faltas que dejaran antecedentes en su foja de servicios. Entre los objetivos asignados últimamente tenía guardias en el Hospital Gutiérrez.
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