El juego y la muerte de dos mujeres, entre los casos de Morán, un fiscal polémico

Recusaciones, dinero extraviado e investigaciones truncas aparecen en un recorrido judicial con 12 años al frente de la UFI Nº 2

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La investigación en torno a la mega banda -presunta sociedad delictiva que integrarían ladrones, barras, policías y magistrados- sumó más interrogantes con respecto a la administración de Justicia en la Plata. Al ex fiscal Tomás Moran lo acusan de concusión y encubrimiento agravado a cuatro años de haber dejado el cargo que puso en sus manos una extensa lista de investigaciones, en casos con fuerte impacto.

Jubilado desde 2014, Moran había asumido en la UFI Nº 2 en 2002, en reemplazo de Mariano Lasarte.

En marzo de 2013, en una causa por una red de juego clandestino en Berisso, fue secuestrada una gran cantidad de dinero que luego desapareció sin dejar rastros. Los procedimientos habían sido pedidos al juez de garantías César Melazo por parte del -en ese momento- fiscal Tomás Alberto Moran.

Las decisiones vuelven a estar en la mira. Ahora, por parte de los investigadores, quienes también enumeran episodios con bandas dedicadas a la venta de drogas.

A dos años de asumir, cuando ya se había revelado un perfil que, entre otras aristas, tenía la jactancia de negarle el diálogo a la prensa, tomó la investigación por el crimen de la psicóloga Claudia Nelly Dozo (52), el 3 de diciembre de 2003.

Tras varias idas y vueltas en el expediente judicial, con la intervención previa de dos fiscales (Leandro Heredia y Ana Medina), la causa cayó en manos de Moran.

En diciembre de 2005, luego de analizar las pericias ordenadas por Medina, Moran no halló evidencias como para encaminar la pesquisa.

En su dictamen de 2009, el ex fiscal dio por acreditado que el 3 de diciembre de 2003, cerca de las 14, en el departamento “E”, ubicado en 59 Nº 1.426, “un hombre como autor material y otro como instigador, actuaron coordinadamente para dar muerte a Dozo”, que fue hallada golpeada y asfixiada, con un cinturón atado al cuello, amordazada y atadas sus manos a la espalda con cinta de embalar.

El Tribunal Oral en lo Criminal V de La Plata, con los votos de Emir Caputo Tártara y Gloria Berzosa, condenó al ex marido de Dozo -Yerko Zlatar Ale- a prisión perpetua por la autoría intelectual del hecho, y como autor material a un “asistente” de éste -Maximiliano Romano-, a 18 años de prisión.

En tanto, el tercer juez, Juan Carlos Bruni (h), votó en disidencia por la supuesta falta de pruebas incriminatorias.

En diálogo con EL DIA, el hermano de Romano hizo hincapié ayer en esto último, alegando que “nunca se hizo una investigación seria, no se recabaron datos. La justicia no fue justa con Claudia ni con mi hermano”. De acuerdo a su testimonio, “Moran cometió una fechoría y ahora su proceder sale a la luz”, dijo. Y agregó: “La sociedad tiene que saber quién era este fiscal, quién nos impartió Justicia. Para sacarse el caso de encima, sin pruebas metió preso a Maximiliano y a Zlatar”.

Moran también estuvo al frente en la pesquisa por la violación y posterior asesinato de Sandra Ayala Gamboa, ocurrido el 16 de febrero de 2007, cuando la joven iba junto a su amigo Walter Silva a una entrevista laboral en el edificio de la ex Dirección de Rentas bonaerense, ubicada en 7 entre 45 y 46.

En esa oportunidad, y tras varios años de “pasividad” en la investigación, la madre de la víctima pidió un “cambio de fiscal”.

Escándalo por medio , la petición sería escuchada y el expediente recaería en manos de Fernando Cartasegna (también cuestionado por los familiares de Ayala Gamboa). Un mes después, el juez de Garantías César Melazo tomó en cuenta como pruebas las obtenidas a través de un estudio de laboratorio, que vinculó a Diego José Cadícamo con el crimen y otros ocho casos de abuso.

 

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