Un gigante en medio de una pulseada entre Provincia y gremios

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El de ayer fue un nuevo capítulo en la fuerte pulseada entre el gobierno de María Eugenia Vidal y el gremio que nuclea a los trabajadores del Astillero Río Santiago, la mayor empresa de la Región.

La disputa incluyó denuncias penales contra los gremios, una masiva movilización que terminó en violencia por las calles del centro de la Ciudad y un enfrentamiento abierto entre las autoridades de la empresa, el gobierno de Cambiemos y los representantes sindicales.

Creado durante el segundo gobierno de Juan Domingo Perón, el Astillero tuvo su época de esplendor en la década del ‘60. En 1962, se construyó allí la Fragata Libertad para la Armada Argentina.

En 1990 tuvo su primera gran crisis. Los trabajadores denunciaron un intento de privatización y la empresa pasó a la órbita del gobierno provincial.

A partir de 2005, con la firma de acuerdos entre Néstor Kirchner y Hugo Chávez, la planta naval experimentó una reactivación a partir de los contratos para la construcción de buques destinados a Pdvsa, la empresa petrolera estatal venezolana.

Hoy, dos de esos barcos permanecen sin terminar en el Astillero, eje de una pulseada entre el gobierno de Cambiemos y ATE Ensenada. Según el gremio principal con presencia en la empresa, hay un intento de vaciamiento porque el gobierno de Cambiemos no ejecuta los acuerdos firmados y no tiene voluntad política de reactivar la planta. Según el gobierno de Vidal, porque se detectaron irregularidades y maniobras de malversación de fondos en varios de los contratos, todo lo cual fue volcado en una denuncia penal presentada por el presidente de ARS Daniel Capdevila ante la Justicia.

Según las cifras oficiales, el Astillero cuenta en la actualidad 3.251 trabajadores con un presupuesto anual asignado de 3.500 millones de pesos. Desde Cambiemos, explican que ese monto representa el 15 por ciento del déficit fiscal anual y que la empresa sólo genera el 1 por ciento de los fondos necesarios para su funcionamiento. “El otro 99 por ciento lo financian los bonaerenses con sus impuestos”, destacan.

De acuerdo a las cifras de la Provincia, de los 3.251 trabajadores, el 70% tiene sueldos promedio de $40.000, mientras que un 18% pertenece a puestos jerárquicos y percibe salarios que van desde los $100.000 a los $300.000 por mes. “Algunos cobran tres veces más de lo que gano yo”, se quejó la gobernadora Vidal días atrás en una entrevista televisiva.

Además, desde el Ejecutivo afirman que pese al crecimiento del personal, la empresa no logra cumplir con los plazos de ejecución de los trabajos acordados.

 

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