Se robó un taxi, pero chocó a pocas cuadras y lo atraparon

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Un delincuente protagonizó una increíble secuencia pasado el mediodía de ayer, que arrancó con un caso de inseguridad y terminó pocos minutos después, con un accidente de tránsito tras el cual fue detenido por policías que venían persiguiéndolo.

Según lo informado posteriormente por fuentes policiales, todo se originó en la emblemática esquina de 7 y 32.

Allí, se indicó, el joven ladrón simuló ser un cliente cualquiera y tras hacerle señas al chofer, se subió a ese coche de alquiler y le pidió al conductor que lo llevara a 25 y 524.

El viaje transcurrió sin sobresaltos para el chofer, como uno más de su rutina diaria. Pero los problemas surgieron apenas detuvo la marcha del vehículo en la esquina que el hombre le indicó como destino.

El pasajero se mostró como lo que realmente era una vez que sacó un cuchillo con el que amenazó a la víctima para que le diera la plata de la recaudación y el celular.

Lejos de darse por satisfecho con el dinero -cuya suma no trascendió- y con el celular del chofer, para sorpresa de este último, el asaltante lo hizo descender del rodado.

Fueron los instantes de mayor tensión, por cuanto la víctima del asalto no sabía cuáles eran las intenciones del asaltante.

Pero la maniobra estuvo destinada a robarle también el auto, que el ladrón usó para escapar a toda velocidad.

Tanta, que al llegar a 514 y 31, en el barrio Hernández, embistió de atrás a un Peugeot 205 que conducía una mujer.

Malhumorada por la situación, la damnificada bajó presurosa de su auto para recriminarle al que creyó un taxista. Y así, en plena discusión, supo la automovilista que en realidad la había chocado un delincuente que estaba en plena fuga. Fue cuando llegaron los móviles que ya patrullaban por la zona en busca del taxi que el chofer denunció como robado.

 

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