Por WALTER EPÍSCOPO.- El Lobo sumó, pero le cuesta mucho fuera del Bosque

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SAN MIGUEL DE TUCUMÁN
(Env. Especial)

Por WALTER EPÍSCOPO
wepiscopo@eldia.com

Si antes del partido, o durante el mismo a muchos le decían si firmaban el empate, lo hacían. Pero, claro, cuando hacés un gol a los 40 minutos del segundo tiempo y pasás a ganar, sentís que te llevás todo, y que te hagan un gol en tiempo de descuento y empaten, es un mazazo. El baño de realidad no debe cambiar. El empate está bien. Ambos jugaron feo, al Lobo le costó mucho hilvanar jugadas claras, y no hay que hacer mucha memoria. El Monito Gómez desaprovechó una chance clarísima en el primer tiempo, y luego un penal (mano clarísima) que lo vieron desde la Cordillera de Los Andes.... menos el debutante juez, Nazareno Arasa. En el complemento, no hubo mucho más.

Salvando las distancias de aquello que la frase futbolera, “si quieren espectáculo, vayan al teatro”, seguramente Pedro Troglio no debe estar contento con la forma de juego hasta ahora. Seguramente quiere más, mucho más. Pero se hace difícil hacer goles cuando al “nueve”, no se lo asiste. Silva pelea todas, se tira al piso, defiende en el juego aéreo, ordena, pero no hace lo que debe hacer un delantero, quedar frente al arco y buscar el gol. Promediando el complemento, pateó su segundo tiro al arco en seis partidos (contando los dos de Copa Argentina y los cuatro de Superliga). El primero fue el penal que falló ante Sportivo Belgrano. Troglio ha probado con varios futbolistas, pero ninguno ha logrado abastecer al Tanque, que lucha arriba como un “llanero solitario”.

¿Cosas positivas de la excursión en tierra tucumana? Sí, las hay, más allá del punto, que siempre sirve. Aparte, rendimientos altos como el de Alexis Martín Arias; Gonzalo Piovi que se va asentando en la zaga y crece; el segundo tiempo de Horacio Tijanovich; las ganas y el ímpetu del uruguayo Silva; el no bajar los brazos e intentar siempre del pibe Gómez; el gol de Guevgeozian, que en la primera que tocó, la mandó a guardar. Y no mucho más.

Pasó otro partido de visitante, donde Gimnasia no pudo sumar de a tres. Los partidos se suman, los técnicos van pasando y al Lobo le cuesta ganar afuera. La última vez fue el 24 de septiembre del año pasado, cuando con gol olímpico de Brahian Alemán, los dirigidos en ese entonces por Mariano Soso, vencieron 1-0 a Olimpo en Bahía Blanca.

Desde ese momento, Gimnasia no pudo hacerlo en los siguientes 11 juegos que siguieron de la Superliga 2017/2018. Fueron 4 más con Soso; después 6 con Facundo Sava; y 1 con el interinato de Darío Ortíz. Ya en la actual Superliga 2018/2019, con Troglio lleva 2 salidas, con una caída y un empate.

En consecuencia, hace casi un año que Gimnasia no puede ganar de visitante, y en cantidad de partidos totalizan 13. Y si uno mira un poco más atrás, en la Temporada 2016/2017, en el final hubo un interinato de Leandro Martini y Mariano Messera (mayo y junio del año pasado), con 3 partidos de visitante, donde el Lobo ganó 2 (Colón y Talleres) y perdió el restante en la última fecha con Defensa y Justicia.

Es decir, una cuenta pendiente, más allá de quien esté sentado en el banco de suplentes, es tratar de ganar en casa “ajena”. Allí nacen las pequeñas diferencias en las campañas, si de local lográs hacerte fuerte y después “robás” algo afuera. En la fecha que viene ante Patronato, otro rival en la lucha por engrosar el Promedio, el elenco de Troglio tendrá la posibilidad de volver a tener esa linda sensación de volver a festejar de visitante.

 

 

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