Yo eventeo, tú eventeas, nosotras eventeamos…

Por IRENE BIANCHI
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Twitter @irenebianchi

-¿Vieron que era cierto lo de Sabrina y Luciano? Que no le habían hackeado la cuenta. Que había mar de fondo …

-Es que el musculoso debe ser un piratón de aquellos.

-Y ella de las que te hierve el conejo adobado con palta, envuelto en una mantita de Nepal en el anafe del motorhome.

-¡Vos mezclás todo, Elvi! Esa era Pampita.

-Sí, la que cobra por “eventear”.

-¿Eventear? ¿Qué es eso? ¿Un nuevo verbo? ¿Un neologismo?

-Una nueva versión de “currar”. Entre 5 y 8 lucas verdes por fugaz aparición.

-¡Me estás jodiendo!

-¡No! ¡Posta! Es lo que gatillan Pampita y Zaira por aparecer y sonreír. Ni hablar si además se sacan selfies con los cholulos. Ahí el cachet trepa a 10 lucas. Siempre verdes, claro.

-¿Algún descuento si descalificás al público?

-¿Lo decís por Nicole?

-Dicen que dijo en Tucumán: “¡Ay! ¡Sacáme de acá, que está lleno de negros!”

-¡Qué raro! ¿Desde cuándo le caen mal los “negros”? ¿Acaso ella no quería adoptar un “negrito” hace unos años, en la era pre-Poroto?

-¡Ah! Pero una cosa son los africanos y otra los norteños, ¿viste? Unos son “cool” y otros no, para estas top models.

-¿Me querés decir para que las autoridades de Tafí del Valle contratan a esta rubia insulsa para inaugurar la temporada de verano, en lugar de elegir a chicas del lugar? ¿O resulta que seguimos siendo unitarios?

-¡Obvio! Dios atiende en Buenos Aires desde siempre.

-Che, y ¿qué talento hay que tener para eventear?

-¿Talento? Ninguno. Tenés que ser joven, bonita y dibujarte una sonrisa plástica que te dure varias horas.

-O sea que nosotras no calificamos, ¿no? Digo. Sonreír podríamos. Lo demás …

-Por lo que les va a durar a ellas …

-¿Y qué? Con lo que están embolsando ahora, con las carnes firmes, basta y sobra.

-¡Me muero de envidia! ¿Quién pudiera hacer guita tan fácil?!

-Además tenés que tener millones de seguidores en Twitter, Instagram, y demás redes.

-¿Como los pibitos que ganaron el Bailando?

-¡Claro! Voto cautivo, que le dicen. Esclavitos virtuales.

-¡Qué crisis de ídolos que hay! No digo que todo tiempo pasado fue mejor, pero antes para ser famoso y popular, tenías que sobresalir en algo, ¿no?

-Antes. Ya no. Con ser pícaro alcanza.

-Volviendo al musculoso Castro, ¿será que se enamoró de la Dupláa? ¡Franeleaban a lo loco en “100 días para enamorarse”!

-No creo. Aunque de la actual se enamoró en “Valientes”. De la ficción a la catrera.

-No es bueno eso de mezclar sábanas con telones, pero pasa.

-Yo tengo una idea para salta a la fama. ¿Se acuerdan de esa peli “Calendar Girls”?

-¡Sí! Las sesentonas inglesas que posaron desnudas para juntar guita para una causa benéfica.

-¡Esa! Damos el target. Hay que buscar la causa benéfica, y listo el pollo.

-¿No podríamos ser nosotras mismas? Al fin y al cabo, cobramos la jubilación mínima. ¿No es razón suficiente?

-Ya lo creo. Pero es demasiado autorreferencial. Hagámoslo por los tucumanos humillados por la rubia insulsa.

-Eso sí, chicas. Desnudos cuidados, artísticos, disimulados, velados.

-Más que un fotógrafo, necesitamos a David Copperfield. ¡Mozo! ¡Caña con ruda para todas! ¡Chin, chin!