Extraditan a Italia desde Bolivia a un buscado ex activista de izquierda

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SANTA CRUZ DE LA SIERRA

La saga del italiano prófugo Cesare Battisti (64) terminó ayer en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, cuando el ex activista de extrema izquierda abordó bajo custodia italiana un avión con destino a Roma, donde le espera una condena perpetua por homicidios y acciones violentas de los “años de plomo” de la guerra fría.

Como la del Che Guevara -aunque sin final fatal-, la aventura del revolucionario Battisti, de 64 años, tuvo su epílogo en Bolivia, al ser detenido el sábado por agentes bolivianos de Interpol en coordinación con colegas italianos, en una calle de esta ciudad del este del país andino, limítrofe con Brasil.

Un día más tarde y tras el rechazo a una solicitud de asilo a la Bolivia de Evo Morales, Battisti fue remitido a autoridades italianas llegadas en avión especial desde Roma. Estaba prófugo desde diciembre, cuando huyó de Brasil, donde en un pasado había hallado refugio bajo el gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.

El Falcon 900 blanco con policías y miembros de los servicios secretos que el gobierno italiano envió para buscarlo estuvo en Bolivia apenas dos horas. La operación secreta que llevó a su ubicación y rastreo desde fin de año, antes de su captura este fin de semana, también fue digna de una película de espionaje.

Fuentes bolivianas cercanas a la investigación indicaron que Battisti, que lucía barba candado y tenía “aliento alcohólico” cuando fue detenido, estaba en posesión de documentación brasileña, celular y tarjeta de crédito a su nombre. Permaneció detenido hasta su salida de Bolivia en locales de Interpol en Santa Cruz.

Battisti estaba prófugo desde que un juez de la Corte Suprema de Brasil emitiera el 13 de diciembre una orden de captura en su contra. Un día después, el entonces presidente Michel Temer firmó la orden de extradición reclamada desde hacía años por Italia.

Ex miembro del grupo Proletarios Armados por el Comunismo (PAC) durante los “años de plomo” en Italia, Battisti fue juzgado en ausencia en 1993 y condenado a perpetuidad por cuatro homicidios y complicidad en otros asesinatos a finales de los años 1970. Vivió 15 años exiliado en Francia protegido por el gobierno socialista de Francois Mitterrand, donde se convirtió en exitoso autor de novelas policiales.

Tras una estadía en México regresó a Francia, pero en 2004 se vio obligado a partir de ese país: los vientos políticos habían cambiado. Se refugió clandestinamente en Brasil, antes de ser detenido en Río de Janeiro en 2007. En 2010, Lula da Silva negó su extradición a Italia tras un largo proceso judicial con una estadía en la cárcel. En el último día de su mandato, le otorgó el estatuto de refugiado político. (AFP)

 

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