El izquierdista Podemos quedó al borde de una fractura en España

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madrid

Su irrupción causó un terremoto en la política española pero, cinco años después de su creación, las luchas internas llevan al partido de izquierda radical Podemos al borde de una escisión con posibles consecuencias para el Ejecutivo español.

El líder Pablo Iglesias y su antigua mano derecha Íñigo Errejón, los inseparables amigos y profesores universitarios que impulsaron la formación, se encuentran en posiciones antagónicas en una pugna personal que el jueves vivió su capítulo más agrio.

Cabeza de lista de Podemos en la región de Madrid, Errejón anunció por sorpresa una alianza con la plataforma independiente de la actual alcaldesa de la capital española, Manuela Carmena, que se distanció de la formación tras haber liderado su lista en 2015.

Tanto las elecciones municipales como las regionales se celebran el mismo día, el 26 de mayo, y ambos confían en que la unión de fuerzas les aporte más votos.

Para Iglesias supuso poco menos que una traición.

“No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio”, lamentó en su Facebook, deseando suerte a Errejón con “su nuevo partido” y abriendo la puerta a presentar otra candidatura distinta.

Ante el peligro de una escisión, se extiende la duda de cuál será el futuro de esta formación nacida en 2014, cabalgando en el malestar generalizado por las políticas de austeridad y la corrupción de los grandes partidos. Su supervivencia no está en juego, señalan los analistas, aunque sí su estrategia y sus perspectivas electorales.

En las encuestas del instituto público CIS, el partido cayó del 19% en enero de 2018 al 14,9% actualmente, lejos del 21,1% del voto y 67 diputados obtenido en las elecciones generales de 2016.

En los recientes comicios regionales en Andalucía, un feudo de la izquierda, sufrió un duro revés mientras irrumpía por primera vez un partido de extrema derecha, Vox.

“Andalucía nos ha dado un toque de atención muy serio. Hace falta un revulsivo”, justificó en una radio española Errejón.

Partidario de suavizar el discurso radical de Podemos para llegar a más electores, argumento que lo distanció de Iglesias, el antiguo lugarteniente se alió con la carismática alcaldesa de Madrid, de perfil más moderado.

“Es una iniciativa que tiende la mano a mucho más gente”, aseguró. (AFP)

 

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