Una causa que acumula fojas pero que aún no tiene ningún culpable
Edición Impresa | 19 de Enero de 2019 | 05:08

La Justicia argentina afirma haber probado “prima facie” que el fiscal Alberto Nisman fue asesinado de un disparo en la cabeza como consecuencia de su denuncia por encubrimiento del atentado a la AMIA pero, a casi cuatro años de aquel día, no pudo determinar quién fue su victimario ni el o los culpables detrás de aquel hecho.
Actualmente, bajo la responsabilidad del juez federal Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano, la causa que investiga la muerte del fiscal ha pasado por distintos jueces y fueros e incluso informes, uno del Cuerpo Médico Forense, que dijo que no se podía constatar la presencia de terceras personas en el baño, y otro de Gendarmería Nacional sostuvo que fue un homicidio.
Nisman apareció muerto en el baño de su casa de Puerto Madero el 18 de enero de 2015 con un balazo en la cabeza que había salido del arma a nombre del técnico en informática y asistente de Nisman, Diego Lagomarsino.
Por la causa están hoy procesados los custodios de Nisman, acusados de haber cometido incumplimiento de sus deberes al no haber evitado la muerte del fiscal, y Lagomarsino, como “partícipe necesario” del homicidio bajo la sospecha de haber aportado el “arma amiga” con la que se mató al fiscal.
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