Síntoma de la crisis del sector, las paradas de taxis desbordan ante la fuerte caída de los viajes

Piden ampliarlas y habilitar nuevas. Desde el sindicato de choferes dicen que este mes la actividad cayó 40% respecto a diciembre

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Afectado tanto por falencias estructurales y factores estacionales como por el serio desafío que representa el avance de aplicaciones como Uber, que esta semana empezó a funcionar en Mar del Plata, el sector de los taxis atraviesa por una de sus crisis más severas. En nuestra ciudad calculan que en lo que va del mes la cantidad de viajes diarios de cada coche de alquiler cayó alrededor del 40% en relación a los que hacían en diciembre pasado, que, a su vez, ya eran pocos comparados con los de una década atrás.

El mejor reflejo de esa profunda depresión del sector son las paradas de taxis: por estos días lucen desbordadas de vehículos de alquiler. En las tardes de verano, cuando el ritmo de la Ciudad entra en “modo vacaciones”, se pueden ver largas filas de coches esperando pasajeros. Son tantos que sobrepasan el límite que fija el fin de la parada, se forman dobles fila “crónicas” y se abren paso los cruces y las discusiones con otros automovilistas. También con inspectores de la secretaría de Control Ciudadano, que esta semana sorprendieron a los choferes con una “lluvia de multas” que derivó en un tenso piquete de protesta frente a la Terminal de Ómnibus.

En el sector apuntan que ya es hora de renovar las paradas, ampliarlas y poner nuevas. Así lo propone Juan Carlos Berón, titular del sindicato que nuclea a los choferes de taxis, quien reclamó que “se amplíen las que se puedan” y se incorporen otras que considera necesarias en puntos clave de la Ciudad. El dirigente entiende que la medida ayudaría a descomprimir los puntos más conflictivos y mejoraría las condiciones de los trabajadores del volante. Además expresó su fuerte malestar por los controles y multas frente a las paradas, sin buscar soluciones de fondo.

Son 70 las paradas de taxis habilitadas en La Plata. Eso en los papeles. En la práctica no son más de medio centenar: “Funcionan cincuenta porque en muchos casos les han sacado los carteles -ya sea el Municipio o los comerciantes porque les molestan- y las eliminaron”, denunció Berón, que hace tiempo viene pidiendo que se incorporen nuevas paradas.

Desde el gremio solicitaron, por caso, que habiliten una en la transitada esquina de 7 y 47, otra en 10 y 47 y en la Clínica del Niño. También quiere que se disponga de un nuevo espacio para tomar taxis en torno a la Terminal de Ómnibus, una de las paradas más concurridas y en la que son frecuentes las ocupaciones masivas de los espacios para estacionar. “En 42 de 4 a 5 es muy viable poner una. Entrarían 40 taxis sin complicar el tránsito”, consideró. También puso como ejemplo la sede bancaria de 5 entre 42 y 43, “donde cobran muchos jubilados y tienen que salir de ahí a buscar un taxi con la plata encima porque no hay paradas”.

Las paradas desbordaban, la comuna salió a labrar multas y se generó malestar

 

Preocupado por la caída en picada de las recaudaciones, Berón dice que modernizar al sector es clave para salir de la crisis. “El Municipio tiene que mejorar la infraestructura de las paradas. Los carteles deberían ser más grandes y luminosos. También el cartel que lleva arriba el taxi debería agrandarse porque la gente mayor a veces no lo distingue hasta que prácticamente el taxi le pasa por al lado”, dijo, aunque reconoció que también taxistas y propietarios deben mejorar el servicio, “lo que haría que la gente se siga volcando a la oferta tradicional”.

El sector, que ya venía golpeado, recibió un “mazazo” en enero: si en diciembre por turno un auto recaudaba de $1500 a $1600 diarios promedio, hoy, al cabo de la jornada laboral, se lleva de $900 a $1100. “De eso el 25% se va en combustible, 30% se lo lleva el chofer y del resto el dueño debe pagar arreglos del vehículo, impuestos y otros gastos”, explican.

El gasto en combustible, precisamente, es otro de los motivos de las paradas abarrotadas. “Con los precios actuales, si el taxista tiene que dar vueltas el costo del combustible se hace insostenible”, afirman.

Una estrategia promovida por algunos propietarios para lograr un ingreso “extra” fue la de poner publicidad en las lunetas de los vehículos, que empezó a verse en algunos taxis. “Es algo pero no funciona demasiado -dice Berón-. De los 2131 taxis que hay en La Plata un centenar tendrá publicidad. El problema es que los comerciantes tampoco tienen un peso, entonces no pueden permitirse invertir en publicidad”.

UBER, UNA AMENAZA QUE CRECE

Otra de las grandes preocupaciones del sector, se sabe, es la creciente presencia de la aplicación Uber, que esta semana desembarcó en Mar del Plata. Si bien la app no cuenta con el aval comunal -ni en el balneario ni en nuestra ciudad- en la práctica está en funcionamiento y no son pocos los que prefieren tomar viajes a través de ese servicio. “Lo de Mar del Plata es terrible y va a repercutir en La Plata, porque se va a expandir rápido en las ciudades que no le pongan freno” enfatizó. “Acá no lo vamos a aceptar y vamos a ir hasta las últimas consecuencias”, remarcó.

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