Injustificado deterioro de la cuadra de 51 entre 7 y 8

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Cuando hace más de dos décadas se dispuso cerrar la calle colectora de la avenida 51 entre 7 y 8, es decir la cuadra que corre frente a la Legislatura bonaerense, se apuntó a crear una suerte de patio peatonal embaldosado, similar a los que existen en muchas ciudades del mundo, que sirven como lugar acogedor para los peatones y, a la vez, le aportan a los cascos céntricos una suerte de espacio apartado del intenso tránsito automotor que se concentra en esas zonas.

Esos patios peatonales, por cierto, reciben una permanente atención y mantenimiento, de modo que terminan convirtiéndose en lugares que atraen la presencia de mucho público. Sin embargo, en el caso de la cuadra aquí señalada, ocurre exactamente lo contrario: no se encuentra bien cuidada por la Municipalidad y los vecinos reclaman por ello, ya que carece de limpieza y exhibe evidentes signos de deterioro.

La nota publicada ayer en este diario no pudo ser más elocuente para describir el estado de descuido que se advierte en 51 entre 7 y 8. Esa calle que había concentrado la presencia de distintos locales comerciales, con mucha tradición en la Ciudad, ha sido ganada por el abandono, además de concentrar a buena parte de la venta ambulante convertida hoy en uno de los principales flagelos para los platenses.

Se habla de una cuadra muy transitada en horas centrales, ya que además de la Legislatura se encuentran cerca de ella la Casa de Gobierno, el Pasaje Dardo Rocha, varias sedes bancarias, el edificio de la Justicia Federal, galerías comerciales y varios cines, además de comercios y departamentos de buen buen nivel. Asimismo, en ella o en sus cercanías se encuentra una gran cantidad de paradas de colectivos locales y provinciales, ya que se trata de una zona en donde se realiza la mayoría de los transbordos. Sin embargo, su pésimo estado de mantenimiento y la falta de custodia hace que, por contraste, en horas nocturnas muchos platenses eviten transitar por ella.

Son muchas las ciudades en nuestro país –Córdoba, Mendoza, Rosario, Tucumán, Salta, Buenos Aires, Quilmes, Necochea, Salta, Santa Fe, Mar del Plata, Santa Fe, Bahía Blanca o La Rioja, entre otras, que cuentan con calles o patios peatonales en perfectas condiciones, mientras que La Plata debió cancelar en 2010 la peatonal de 8 por los incidentes y refriegas que protagonizaban grupos juveniles. Resulta inexplicable que nuestra ciudad no pueda disponer de ese tipo de espacios y que, por ejemplo, se haya permitido que las ramblas de 51 y 53, que flanquean a la Casa de Gobierno, se hayan convertido en playas de estacionamiento para uso de los funcionarios.

No existe, por cierto, ninguna justificación para que la Ciudad, que sigue aspirando a obtener reconocimientos universales por su valor arquitectónico, haga oídos sordos a los reclamos de los platenses por el pésimo estado en que se encuentra esta cuadra. Por otra parte, el mejor estado del lugar –cuyas fuentes se advierten rotas, al igual que muchas baldosas- no supone la erogación de recursos cuantiosos, sino, tan sólo, la presencia continua de personas que se ocupen de mantenerla en buen estado.

La administración municipal debiera actuar de inmediato cuando de lo que se trata es de mantener limpios y en condiciones a los espacios públicos, impidiéndose también, a todo trance, los actos de vandalismo que los dañan, evitándose las ocupaciones ilegales en las veredas y sancionando las demás violaciones de ordenanzas. Pero es esencial que, al mismo tiempo, se inculque en la población una verdadera cultura que le permita a cada habitante valorar lo que significa la presencia y el uso del espacio público.

 

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