El Papa reclama una solución “justa y pacífica”

PANAMÁ

Antes de retornar a Roma, el papa Francisco imploró ayer por una solución “justa” y “pacífica” a la crisis política en Venezuela tras cerrar el mayor evento de la Iglesia católica con la juventud en Panamá.

Sin embargo, el primer Papa latinoamericano de la historia, que en el pasado reciente intentó infructuosamente abrir vías de diálogo en la convulsionada nación caribeña, no dijo si reconocería al líder opositor Juan Guaidó, respaldado por EE UU, varios países de Europa y Latinoamérica desde que se proclamó presidente interino de transición el 23 de enero.

Poco después de oficiar una misa al aire libre ante 700.000 personas con la que cerró la Jornada Mundial de la Juventud y en la que alentó a los jóvenes a actuar en el presente para lograr sus sueños, el pontífice se refirió a la crisis venezolana, un asunto que estuvo latente desde que arribó a Panamá coincidiendo con la nueva escalada de la crisis en la nación rica en petróleo.

“Aquí en Panamá he estado pensando mucho en el pueblo venezolano, al que me siento particularmente unido estos días”, leyó el Santo Padre, al visitar un albergue gestionado por la Iglesia católica para ayudar a enfermos con el virus del VIH. El Papa agregó que esa solución debe pasar por el respeto a los derechos humanos y el bien de todos los venezolanos.

El Vaticano sólo había dicho durante la visita del Papa en Panamá que el líder de los católicos en el mundo seguía de cerca los acontecimientos. A fines de 2016, el Vaticano intentó mediar entre el presidente socialista Nicolás Maduro y la oposición de Venezuela, que cuenta con el respaldo de muchos obispos venezolanos, pero sus intentos de conciliación se vieron frustrados.

A lo largo de su visita, Francisco se ocupó del drama de las personas forzadas a abandonar sus países de origen. Venezuela, minada por el colapso económico, ha visto migrar a 2,3 millones de venezolanos (7,6% de la población de 30 millones) desde 2015, según estadísticas de la ONU. (AP y AFP)